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Alfonso Alonso, un hombre de Soraya para evitar más infartos en una convulsa cartera

Alfonso Alonso será desde hoy ministro de Sanidad. Imagen: EFE

El nombramiento de Alfonso Alonso como nuevo ministro de Sanidad en sustitución de Ana Mato ha tenido al menos el efecto de la sorpresa. El exalcalde de Vitoria no aparecía en ninguna de las quinielas que periodistas y corrillos políticos aventuraban hasta ayer mismo. Alonso jura hoy su cargo como ministro de Sanidad.

De hecho, la actual secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarera, aparecía a última hora como la mejor colocada para el puesto. Pero Rajoy actuó de Rajoy.

Hizo caso a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y quiso, ante todo, evitarse más disgustos con una cartera que siempre aparece como una de las 'marías' en el reparto y al final en más de una ocasión -Celia Villalobos y las 'vacas locas' y cómo no, Mato y su Gürtel rematado de ébola- se convierte en un quebradero de cabeza para los presidentes de Gobierno.

Con la elección de Alonso, Rajoy busca al menos tranquilidad con los temas sanitarios. Un perfil de hombre de partido que sepa al menos contener las aguas revueltas en el departamento en el año escaso que faltan para las elecciones. Además, resalta la imagen del actual portavoz del PP en el Congreso para una eventual vuelta electoral al País Vasco.

Los retos 

De todas formas, el nuevo ministro de Sanidad tiene varios retos en el sector por delante. Primero, y ante todo, recuperar la imagen pública -y periodística- del departamento, muy dañada tras la gestión de su antecesora y el escándalo de la trama Gürtel en el que se ha visto envuelta Mato.

Mato acertó en sus relaciones personales y profesionales con los distintos agentes de la Sanidad, pero falló estrepitosamente en su relación con la población, el principal usuario de su Ministerio. Alonso tendrá el reto de convertir la Sanidad en una cartera amigable. El nuevo ministro deberá recuperar también las relaciones con los profesionales, tanto médicos como enfermeros, deterioradas tras la crisis del ébola.

Por el camino también se han quedado otros ministrables. El actual consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha y secretario nacional de Sanidad del Partido Popular, José Ignacio Echániz, era también de los mejor colocados. Otra de las aspirantes era la secretaria general del Ministerio, Pilar Farjas, número dos con Ana Mato.

La anterior consejera de Sanidad en Galicia era la mejor colocada, sin duda, si la apuesta era por la continuidad en el departamento. Farjas ha tenido además el apoyo estos días de Núñez Feijóo. Sin embargo, las manos de la vicepresidenta han ido en su contra.

La sensación en Moncloa, aparte del tema Gürtel, es que la crisis generada con el ébola y la falta de acierto en los primeros días no fue sólo culpa de Ana Mato. Tras el nombramiento de Alonso, el equipo de Sanidad queda bastante tocado. La actual ministra de Fomento, Ana Pastor, el líder de los populares andaluces, Moreno Bonilla y el gerente de La Paz, Rafael Pérez-Santamarina también sonaron estos días como futuribles.

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