Las escasas lluvias registradas en los últimos meses permiten prever alergias más suaves
La concentración de pólenes suele estar marcada por la pluviosidad de los meses de otoño, que en este caso ha sido escasa. En consecuencia, esperamos que las concentraciones de polen de gramíneas no superen los 3.500 granos por metro cúbico de aire, lo que consideramos para la región centro una primavera entre leve y moderada", explica el doctor Javier Subiza, presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC.
En España, según el estudio realizado por el Comité, el tipo de polen que más afecta a los pacientes es el de gramíneas, con un 87 por ciento, seguido del polen de olivo (43 por ciento), quenopodiácea (27 por ciento), plátano de sombra (22 por ciento), cupresáceas (13 por ciento) y parietaria (11 por ciento). Teniendo en cuenta estos datos, las previsiones anuales se basan en las concentraciones de gramíneas, que, además de ser el tipo de polen que más afecta a la población, es el más alergénico. "Para su polinización, este alergeno requiere otoños muy lluviosos, de ahí que esta primavera las concentraciones de gramíneas (suma de las medias diarias de abril y julio) serán significativamente menores", afirma el doctor Subiza.
Cada año en ciudades como Madrid, durante los meses de mayo y junio, época de mayor concentración de gramíneas, se produce un aumento en el número de casos de urgencias en los centros médicos por asma bronquial, aunque con grandes variaciones interanuales, que dependen muy significativamente de la mayor o menor presencia atmosférica de este tipo de pólenes, que puede variar en más de 3 y 4 veces de un año a otro. Por ello, un modelo predictivo realizado en invierno, que permita conocer las concentraciones de pólenes de gramíneas que habrá de abril a julio, es útil para que los pacientes, los servicios sanitarios y los de abastecimiento farmacéutico puedan estar mejor prevenidos ante la estación que se avecina.
Pero, además, en Madrid cada vez son más los pacientes que comienzan a mostrar síntomas durante los primeros meses del año, provocados por el buen tiempo. Esta situación está determinada por los árboles ornamentales como los cipreses, las arizónicas y el plátano de sombra, que vierten su polen en grandes cantidades en la atmósfera en los meses de invierno y principios de la primavera, debido a que desde finales de los 90, estos árboles han aumentado en número en la ciudad. El doctor Subiza aclara que "además de haber aumentado la cantidad estos pólenes de árboles en los últimos 30 años, se suma el incremento de la contaminación por diésel en la ciudad, ya que sus partículas, cuando interaccionan con los pólenes, aumentan su potencial alergénico. Sin embargo, es necesario destacar que el polen más agresivo, el de las gramíneas, que aparece en mayo y junio, no ha aumentado en los últimos años. Aunque, con amplias variaciones interanuales, la tendencia de las tres últimas décadas es horizontal, es decir, actualmente no tenemos ni más ni menos pólenes de gramíneas que años atrás", añade este especialista.
Además, un reciente estudio publicado por la SEAIC muestra que los pacientes que residen en ciudades con altas concentraciones de ozono presentan mayor número de síntomas de asma. Por otro lado, se considera que la inmunoterapia es el único tratamiento etiológico que pude modificar la evolución natural de la enfermedad alérgica. Este tratamiento consiste en la inyección por vía subcutánea de cantidades gradualmente crecientes del extracto alergénico al paciente para mejorar la sintomatología causada por la exposición al alérgeno responsable.
Recomendaciones y consejos
La primavera y el verano son las estaciones con mayor concentración de polen. Hay que ser previsor y acudir al alergólogo antes de que aparezcan los síntomas de la polinosis. Se ha de tener en cuenta que el polen se libera únicamente durante el día, por la noche disminuye la concentración. De igual manera, los días secos y calurosos son en los que mayor concentración se registra, y, cuando llueve, disminuye. En el centro de la península la polinización es mayor que en zonas costeras. Como medidas protectoras se ha de tener cuenta que lo más aconsejable es llevar gafas de sol; es mejor ventilar la casa tras la caída del sol; es conveniente llevar las ventanillas del coche cerradas y poner filtro en el aire acondicionado; evitar los parques y jardines y rechazar las zonas de vacaciones cercanas a ríos y sierra.