
Vidriera y Cristalería de Lamiaco (Vicrila) es uno de esos ejemplos empresariales modelo a estudiar, que en tan sólo tres años ha pasado de estar a las puertas del cierre a tener importantes planes de crecimiento y expansión internacional, con inversiones que rondan los 30 millones de euros.
El 20 de noviembre de 2009 la multinacional francesa Arc International, que controlaba Vicrila desde 1971, anunciaba el abandono de su producción a partir de 2013, cuando finalizase la vida útil de su horno de vidrio, al margen de que el negocio de la compañía fuera bien. La matriz francesa argumentó su decisión en su 'sobrecapacidad de producción' en Europa y reordenación de sus plantas. Eso condenaba a cerca de 350 trabajadores al desempleo.
Sin embargo, la reacción del equipo directivo de Vicrila, actualmente encabezado por Luis Manuel Fernández, permitió llegar a un acuerdo con ARC International para adquirir la fábrica por parte del equipo directivo (a través de una operación de Management Buy Out-MBO), que contó con el respaldo del Gobierno vasco, a través de la participación del fondo de capital riesgo Ezten. Así es la sociedad Abra Focus Investment (AFI) la que controla actualmente Vicrila.
Nueva estructura
Tras asumir la propiedad y la gestión de la empresa, el equipo directivo de Vicrila elaboró un plan estratégico que se sustenta en tres pilares: estrategia comercial; lanzamiento de las marcas propias; y nuevos productos. Actualmente tienen en el mercado unas 250 referencias y su objetivo es alcanzar las 400.
Han creado tres marcas propias, que tienen sus propios canales comerciales y de distribución. Por un lado está Vintia, destinada al gran consumo del hogar; luego Hostelvía, orientada al canal profesional de hostelería; y finalmente Vi&B, vidrio industrial con gran versatilidad para su personalización.
Todo esto traducido en números, supone el mantenimiento de 310 puestos de trabajo y una facturación de unos 55 millones en 2011 y un ebitda de 12 millones.
Plan de inversiones
En los dos últimos años Vicrila ha invertido cerca de 10 millones en modernizar sus instalaciones productivas y en crear nuevos moldes para vidrio. Estas inversiones han sido financiadas principalmente con fondos propios, ya que en la nueva etapa la compañía nacía saneada y sin deudas.
Otra iniciativa relevante ha sido la creación de una unidad específica de I+D+i, a través de la filial Vitech, para potenciar el desarrollo de nuevos productos y la interrelación con centros tecnológicos.
De cara a los próximos cuatro años, Vicrila ha diseñado un potente plan de crecimiento y expansión internacional. Prevén invertir 30 millones de euros, incluyendo la remodelación del horno de fusión.
En este nuevo viaje Vicrila no estará sola. Ha logrado el respaldo del fondo de proyectos estratégicos Ekarpen, con 19 millones de euros. Esta sociedad de promoción de empresas está participada en un 50 por ciento por Kutxabank, en un 35 por ciento por el Gobierno vasco; un 7,88 por la Diputación de Vizcaya; un 4,88 por la de Guipúzcoa y un 2,25 por la de Álava.
Uno de sus directivos entró en la compañía de becario
En la pasada primavera Vicrila recibió uno de los premios de la Fundación Novia Salcedo por su contribución a la integración de los
jóvenes en el mundo laboral. Desde que en 1992 Vicrila se sumase al programa de prácticas profesionales han sido 301 jóvenes los que han pasado por las instalaciones de esta compañía. El propio director de Vicrila reconoció que uno de los actuales directivos de la firma entró en la empresa a través de los programas de prácticas.