Todos

Brian de Palma cierra Venecia usando el sexo como arma en el thriller 'Passion'

Una nueva intriga rocambolesca y delirante de Brian de Palma, Passion, protagonizada por Rachel McAdams y Noomi Rapace, ha sido la encargada de cerrar la competición por el León de Oro.

Experto acróbata de las cámara, maestro de la turbación y, en la última etapa de su carrera, ligado a un disfrutable desquicie argumental, Brian de Palma ha vuelto a La Mostra con muy buen humor y pocas pretensiones, seis años después de ganar el premio al mejor director por Redacted, sobre el aburrimiento de los soldados estadounidense en Irak.

"El cine de suspense me da la oportunidad de contar mis historias de una manera muy visual", ha explicado sobre su predilección por este género, "y esta historia se sustenta sobre dos escenas clave apoyadas por la interacción de dos actrices que dan sustrato emocional a la película", ha añadido el director de Carrie o Los intocables de Eliot Ness.

Nueva versión de la cinta francesa Crime d'amour, de Alain Corneau, y con la fotografía del español José Luis Alcaine, Passion cuenta la competición sin reglas que, tanto en el terreno emocional como en el profesional, se marcan dos atractivas mujeres (McAdams y Rapace) hasta acabar, como tiene que ser en estos casos, como el rosario de la aurora.

El gran tanto a favor de Passion es que, teniendo en cuenta que sus personajes, sin excepción, están locos de atar, todo puede esperarse de ellos y el film se convierte en un divertido carnaval, sorprendente por su tendencia impúdica al disparate y el exceso.

"Para mí, este personaje fue muy difícil porque siempre busco entenderlos y ella está mental y emocionalmente perturbada", ha explicado Rapace, quien no considera que las protagonistas sean lesbianas, sino que "utilizan el sexo como arma para conseguir lo que quieren, un arma que se arrojan entre ellas".

Hitchock como referente

A lo largo de Passion es inevitable encontrar guiños al maestro del suspense, a quien había homenajeado ampliamente en otras películas como Fascinación o Doble cuerpo.

"¿Hitchcock? No sé a quién se refiere", ha bromeado, de la misma manera que, cuando alguien estaba intentando encontrar coherencia factual a su hilarante trama, ha contestado gritando en falsete: "¡Es un sueñooooo!", con la consiguiente ovación de sus fans.

Pero con su tendencia al cóctel de referencias, De Palma no renuncia a hacer de la película su patio de recreo: música orquestal en cantidades ingentes, pantalla partida para seguir la preparación de un asesinato a la derecha y un ballet a la izquierda y, por supuesto, erotismo multidireccional azuzado por toda clase de dispositivos (móviles, cámaras) dispuestos a inmortalizarlos.

"Me considero un gran observador de los medios y las nuevas tecnologías. Ya las utilicé en Redacted para construir la historia, integrándolas en mi narrativa. Y sí me considero un poco visionario, un poco profeta, teniendo en cuenta que en mi película Hola, mamá (1970), ya hablaba de un programa de telerrealidad llamado Be Black Baby", ha asegurado.

Sobre la posibilidad de ganar el León de Oro con este divertimento ha reconocido que no renuncia a ello, pero el que sí considera muy factible ("definitivamente sí", ha dicho) es el Queer Lion, dedicado a películas con temática homosexual.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky