El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha declarado constitucional la parte central de la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, que obliga a los estadounidenses a contratar un seguro médico o en caso contrario, paguen una multa.
El presidente de los EEUU, Barack Obama, ha declarado que se trata de "una victoria para todos los ciudadanos" y ha asegurado que "sus vidas ahora estarán más seguras".
Obama ha insistido en que considera esta ley "buena" para el país. Como "principio fundamental" ha citado que en Estados Unidos, "la nación más rica de la Tierra, ninguna enfermedad o accidente debería llevar a la ruina económica a una familia".
La máxima instancia judicial ha sentenciado que la cláusula conocida como "mandato individual" no es constitucional bajo la ley de Comercio, según la cual el gobierno federal no puede interferir en la libertad de comercio.
La compleja sentencia del Supremo supone una victoria para el Gobierno de Barack Obama.
El jefe del Supremo, John Roberts, inclinó la balanza, 5 a 4, para que el llamado "mandato individual" siga adelante, aunque el Congreso deberá revisar su aplicación concreta.
La sentencia mantiene viva la importante reforma sanitaria impulsada por Obama en sus puntos clave y solo obliga a determinados ajustes, según los expertos.
Los republicanos seguirán luchando
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano John Boehner, ha afirmado que su partido seguirá luchando para derogar esta reforma porque perjudica a la economía estadounidense incrementando los gastos en sanidad, haciendo un daño tremendo a las pequeñas empresas.