Por Joene Hendry
NUEVA YORK (Reuters Health) - Dormir una siesta de 45minutos ayudaría al cerebro a procesar información destinada ala memoria, indicó un nuevo estudio.
"Una siesta mejora el rendimiento de varias tareas, enespecial en las personas que aprendieron algo muy bien antes dedormir", dijo el doctor Matthew Tucker a Reuters Health.
"En cambio, una siesta no tiene el mismo efecto reforzadoren las personas que aprendieron algo sin mucho interés antes dedormir", agregó Tucker, de Beth Israel Deaconess MedicalCenter, en Boston, Massachusetts.
El equipo dirigido por Tucker estudió cómo una siesta de 45minutos influía en la memorización de información fáctica yespacial. El estudio se realizó sobre 11 varones y 22 mujeres,todos estudiantes universitarios.
Los estudiantes, que no habían consumido cafeína, alcoholni medicamentos, tenían alrededor de 23 años cuandoconcurrieron al laboratorio del sueño en la University of NewYork, para el estudio.
Según el artículo publicado en la revista Sleep, losparticipantes hicieron tres tareas de memorización: en unadebían relacionar 60 pares de palabras, como árbol-nariz; enotro tenían que desplazarse por un laberinto en la pantalla deuna computadora y en el último, debían copiar una figuracompleja en 5 minutos.
Luego, los investigadores colocaron a los estudiantes alazar en distintas cámaras de sueño individuales, donde 16debían dormir y 17 debían descansar, pero sin dormir. A los 10minutos, el grupo que no tenía que dormir pasó a otrahabitación para mirar televisión, mientras el resto dormía unasiesta de 45 minutos.
A las dos horas, y una vez que todos los participanteshabían visto la misma película, el equipo les pidió querecordaran los pares de palabras y, además, les midió lavelocidad y la precisión en el laberinto y la capacidad devolver a dibujar de memoria la figura compleja.
Entre los estudiantes con un alto rendimiento en laspruebas iniciales, los que habían dormido obtuvieron mejoresresultados al volver a realizar las tres pruebas que los quehabían permanecido despiertos.
En cambio, escribieron los autores, la siesta no mejoró lamemoria en aquellos con un rendimiento inicialmente bajo.
Los resultados, señaló Tucker, "sugieren claramente quedormir, incluso una siesta corta" ayuda al cerebro a procesarselectivamente la información bien aprendida.
El próximo paso lógico, agregó el autor, sería analizar losfactores que mejoran el aprendizaje y cómo esos factores estánasociados con el aumento de la memoria durante el sueño.
FUENTE: Sleep, febrero del 2008