
The New York Times ha destacado ocho de las campañas de publicidad de las que más se ha hablado este año en Estados Unidos. Esta es la selección:
Dexter
El poder de la viralidad quedó demostrado con una campaña diabólica para la serie Dexter, que emite en Estados Unidos Showtime (en España Fox y próximamente Cuatro). Los usuarios de la web www.sliceoflifetv.com podían personalizar una noticia de un telediario que hablaba de un asesino en serie, lo que enlaza con el argumento de esta ficción, protagonizada por un criminal sin escrúpulos. ¿Es una coincidencia que la audiencia de Dexter creciera significativamente después de que la campaña comenzara?, se pregunta el diario.
Agencias: Ralph, London, e Initiative, New York, (de Interpublic Group of Companies).
Doritos
Los consumidores fueron invitados a crear spots, con la teoría de que implicándolos en el proceso creativo retornaría el ardor a Madison Avenue después de la llegada del TiVo y del iPod.
Algunos de los contenidos creados por los consumidores se convirtieron en buenos. El mejor fue el concurso de Doritos, que emitió los dos spots ganadores en el intermedio de la retransmisión de la Super Bowl.
Agencias: Ninguna
Fage Total
Esta marca de yogur realizó una campaña de publicidad en revistas que lograba sorprender al lector. Jugaba con la idea de que al cerrar la revista las joyas que aparecían en una página contigua se habían marcado en el yogur de su página de publicidad.
Agency: Ogilvy & Mather Worldwide, New York, parte del grupo WPP.
General Motors
General Motors creó un spot para demostrar cómo la compañía trabaja por mejorar la calidad de sus coches y camiones. En él, un robot de una fábrica es despedido por cometer un error y tiene que ponerse a trabajar en otros menesteres a pesar de seguir añorando su anterior puesto. Pero resulta que había sido una pesadilla. Esta fue la nueva versión que la marca tuvo que hacer del spot, porque en la primera el robot se suicidaba y provocó reacciones adversas.
Otros spots de este año con el suicidio como tema, creados para marcas como Volkswagen y Washington Mutual, acabaron siendo retiradas.
Agencia: Deutsch L.A.(Interpublic).
Nationwide
Muchos fueron los que se rieron cuando Nationwide Financial fichó al cantante Kevin Federline, conocido sobre todo por su corto matrimonio con Britney Spears. Pero Nationwide fue el que se rió el último al convertirse este spot en uno de los más ingeniosos y elogiados de la SuperBowl.
Agencia: TM Advertising, Irving, Tex., (Interpublic.)
Orville Redenbacher
Después de protagonizar durante décadas los spots de la marca de palomitas que llevan su mismo nombre, Orville Redenbacher volvió a protagonizar una nueva campaña… Pero esta vez después de muerto. La agencia Crispin Porter & Bogusky creó una campaña de la que se habló mucho en Estados Unidos, con detractores y defensores. Seis meses después, el anunciante suspendió la campaña y cambió de agencia.
Agencia: Crispin Porter & Bogusky, Miami, (MDC Partners).
Snickers
Una de las campañas sorprendentemente más ofensivas de este año fue la de la chocolatina Snickers, con la que Masterfoods dejó mal sabor de boca a muchos consumidores. En el spot se veía cómo dos mecánicos se besaban en la boca por error y se retractaban de ello. Las críticas por homofobia hicieron a la compañía parar la emisión del spot y clausurar la web.
Agencia: TBWA/Chiat/Day, New York, Omnicom Group.
Virgin Mobile
Una campaña para Virgin Mobile USA también encolerizó a los neoyorquinos porque fingían ser tomadas desde sitios que los vecinos sabían perfectamente que no podían ser los que decían.