Los dos candidatos a las primarias para las listas socialistas a la Comunidad de Madrid insisten en lo positivo de esta carrera, en pro de la democracia interna y de la higiene de la misma. Pero la demostración de preferencias no ha hecho más que abrir una grieta entre los mantenedores del actual orden de Ferraz y quienes se atreven a discrepar.
El primer día todo eran parabienes para la iniciativa de unas primarias en el seno del Partido Socialista Madrileño, pese a que Zapatero había trabajado porque la única candidata a rivalizar frente a la 'popular' Esperanza Aguirre fuera Trinidad Jiménez.
Las primeras tensiones
A medida que transcurren los días, la feliz relación parece haberse tornado contrariada entre la calle Ferraz y Callao.
El primero en introducir resquemores fue el propio Lissavetzky -a la sazón candidato al Ayuntamiento de Madrid, hoy secretario de Estado de Deportes-, quien, si bien insiste en convencer de que "el PSM está unido como una piña", no dudo en mostrar a las claras su destacada inclinación por Trinidad Jiménez desde el primer día.
La ministra de Sanidad ha contado desde el comienzo con el aliento del presidente Zapatero. El jefe del Ejecutivo ponderó en rueda de prensa su gestión por encima de la de Gómez al frente del Partido Socialista en Madrid.
Partidarios de unos y otros
Desde ese momento, otros políticos de su Gabinete se han pronunciado al respecto. Entre ellos, Rubalcaba, Chaves, Leire Pajín, David Lucas -eterno aspirante al Ayuntamiento de Madrid-, José Blanco, Diego López Garrido, entre otros.
En el caso de Gómez, el ex edil de Parla ha recibido el ánimo de Joaquín Leguina, la ex ministra Matilde Fernández, el andaluz José Antonio Griñán, Gregorio Peces-Barba, Miguel A. Carmona o Maru Fernández.
Advertencias a Tomás Gómez
Aunque los socialistas insisten en que será la democracia y el PSOE el que saldrá ganando en esta carrera a las urnas madrileñas, este jueves, la portavoz del PSOE en el Senado, miembro del PSM, Ruth Porta, ha advertido a Tomás Gómez que evite aparecer como enemigo de Zapatero porque es negativo para él y para el partido.
Otros consejos, otras advertencias de este tipo -algunas de ellas en petit comité- y otras venidas de la oposición 'popular', amén de la filtración de encuestas internas o de la entrega del censo del PSM, hacen prever una contienda que podría separar a los más cercanos a Zapatero de aquellos que podrían significar una alternativa. Mientras tanto, Tomás Gómez se afana por defender su lealtad al líder de los socialistas. Pero la batalla sólo acaba de empezar.
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