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Topolanek: "El teléfono para preguntar que pasará en mi país es el del líder de la oposición"

La caída de Topolanek daña la imagen de la UE en vísperas de la cumbre del G-20. Foto: Archivo

Mirek Topolanek, primer ministro de la República Checa, ha asegurado este miércoles que la caída de su Gobierno "no afectará a la presidencia de la UE". Topolanek explicó que "el motivo" de la actual crisis política en su país "son las obstrucciones de la oposición socialdemócrata". Y añadió que "es algo a lo que nos hemos enfrentado a lo largo de toda la presidencia europea".

El defenestrado jefe del Gobierno checho admitió que "la triste verdad es que la oposición ha sovacado" su ejercicio de la presidencia de la UE. Pero concluyó que espera que la presidencia del club comunitario que este semestre desempeña su país "sea completada con un éxito". Topolanek realizó estas declaraciones durante su comparecencia ests miércoles por la mañana ante el pleno del Parlamento Europeo, que esta semana se celebra en la localidad francesa de Estrasburgo.

"No es una tragedia, ya ha ocurrido con Francia, Italia y Dinamarca, y la presidencia checa de la UE seguirá trabajando con normalidad", replicó Topolanek tras las intervenciones de los eurodiputados.

Esperanza en Lisboa

Hans-Gert Pöttering, presidente de la Eurocámara, expresó su "apoyo" para que el trabajo de Topolanek al frente de la UE "tenga éxito". Y animó a que las autoridades públicas checas completen el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa. La República Checa, Polonia e Irlanda son los únicos tres países que todavían no han finalizado el proceso de ratificación de estre tratado del que se espera que agilice el funcionamiento y la toma de decisiones en la UE. Pöttering mantiene la esperanza de que Lisboa entre en vigor a principios de 2010.

Los checos todavía están en pleno proceso parlamentario de ratificación. Los polacos ya lo han terminado pero el presidente del Estado está retrasando la firma. Los irlandeses rechazaron Lisboa el año pasado vía un referéndum, y se espera que este año celebren una nueva consulta popular.

"El número de teléfono para preguntar por lo que pasará en mi país con el Tratado de Lisboa no es el mío, sino el del líder de la oposición que es quien nos ha llevado a esta situación", ironizó Topolanek antes de comprometerse: "Haré todo lo que pueda para no tener que borrar mi firma del Tratado".

Cuestión de confianza

La Unión Europea se quedó este martes por la tarde huérfana de presidente. El Gobierno checo, que este semestre ocupa la presidencia rotativa de la UE, cayó en una moción de confianza impulsada por la oposición socialdemócrata. El primer ministro, Mirek Topolanek, anunció su dimisión. La crisis se cobra otro Gobierno europeo: el caso checo se suma a la caída del Ejecutivo islandés en enero; a la del recién dimitido primer ministro húngaro; y a la del Gobierno belga, que en diciembre saltó por los aires por presionar a la Justicia para agilizar el rescate del banco Fortis.

La Comisión Europea intentó el martes por la tarde desdramatizar la situación. Vía un comunicado subrayó que la presidencia de la UE no recae en una persona ni en un Gobierno concreto sino en un país, y expresó su confianza en que la República Checa encuentre la fórmula para asumir sus responsabilidades comunitarias. En su intervención este miércoles por la mañana ante el pleno del Parlamento Europeo, el portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, evitó toda alusión a esta situación.

La clase política checa especulaba el martes con que el actual Gobierno y su primer ministro sigan en funciones hasta el 30 de junio, fecha en la que concluye la presidencia checa de la UE. Fuentes diplomáticas comunitarias consultadas por elEconomista aseguraban que no hay que alarmarse porque existe la posibilidad de que el Ejecutivo checo continúe en funciones. Y porque es una presidencia débil del club comunitario.

De hecho, en la última cumbre de jefes de Estado yGobierno de los 27 países de la UE, celebrada la semana pasada en Bruselas, la voz cantante la llevó, una vez más, la terna compuesta por AngelaMerkel, canciller alemana; Nicolas Sarkozy, presidente francés; y Gordon Brown, primer ministro británico. Los tres incluso anularon una cumbre contra el desempleo, pese a que la cita había sido anunciada a bombo y platillo por el defenestrado Topolanek.

La caída de Topolanek daña la imagen de la UE en vísperas de la cumbre del G-20 en Londres el 2 de abril, y de la cumbre de los 27 dirigentes europeos con el presidente estadounidense Barack Obama en Praga el 5 de abril, en la que el jefe del Ejecutivo checo debía oficiar de anfitrión. Da alas a quienes, como Sarkozy, defienden que la UE tenga una presidencia fuerte y estable, en lugar de confiarla cada seis meses a un país con independencia de su peso específico. Y hace temer que los checos demoren su proceso de ratificación del Tratado de Lisboa.

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