
Se piensa más el hecho de casarse, tiene hijos a los 30 años, se separa a los 40 y no duda en interrumpir su embarazo en el 9% de los casos. Lo cierto es que seis de cada 35 directores de comunicación del Ibex son mujeres...
Pese a dar prioridad a su carrera profesional frente a su vida personal, cobran un 26% menos que los hombres y tienen más problemas para promocionar. Este es el perfil de la mujer española del siglo XXI.
La mujer ha dado un importante paso incorporándose al mundo laboral, pero lejos de encontrarse con un camino de rosas, se enfrenta día a día a toda una carrera de obstáculos que debe superar como peores trabajos, salarios más bajos, menos posibilidades de promoción e incluso mobbing maternal.
Naciones Unidas confirma que en 2007 había 1.200 millones de mujeres que realizaban trabajos remunerados frente a los 1.800 millones de hombres. Por otra parte, la organización apunta que las mujeres realizan entre el 60 y el 90 por ciento de las labores en los sectores peor remunerados como el agrícola y el textil.
La mujer está presente en el mundo laboral desde hace algo más de dos décadas. Sin embargo, diversos estudios realizados por el Instituto de la Mujer demuestran que los puestos de responsabilidad de las empresas siguen estando ocupados por hombres.
Las mujeres no sólo tienen dificultades para ocupar cargos importantes, sino que tienen más complicado ascender y sus salarios, en puestos de igual responsabilidad, son menores que los de sus compañeros varones. UGT sostiene, basándose en su informe anual, que las mujeres cobran un 26% menos que los hombres. Por ello, argumentan que tanto en España como en el resto de Europa quedan dos materias pendientes: las diferencias en las retribuciones salariales dependiendo del sexo y la conciliación de la vida laboral y familiar.
'Mobbing maternal'
Además, otro de los problemas con los que se encuentran las mujeres en al ámbito laboral es el mobbing maternal. Mientras que la paternidad es premiada con mejoras salariales o bonus, las mujeres sufren la penalización de más del 50% en su entorno de trabajo cuando deciden ser madres, según comenta la Fundación Marina.
Conrado Jiménez, Presidente de la Fundación, señala que la Administración Pública "debe aportar soluciones y alternativas de apoyo reales a las mujeres trabajadoras, ya que los datos confirman que el mayor abuso que sufre la mujer es por el hecho de ser madre".
Según estudios de la Fundación Marina, el mobbing maternal es mucho mayor del que pudierámos esperar ya que se ejerce en un 41% en pymes, un 24% en la empresa pública, un 27% en grandes empresas y un 2% en empresas familiares.
Ellas fueron las primeras
No es necesario remontarse muchos años atrás para encontrar a las mujeres pioneras en sectores considerados eminentemente masculinos. Un buen ejemplo de ello es la política. Si bien ya en 1936 Federica Montseny se convirtió en la primera mujer en ser Ministra en España, hubo que esperar hasta 2008, con Carme Chacón, para contar con la primera Ministra de Defensa y hasta 2009, con Rosa Díez, para la primera mujer que opta a la Presidencia del Gobierno en España.
Lo mismo ocurre en otros campos como el deportivo. No fué hasta 2008 cuando Edurne Pasabán se convirtió en la primera mujer en lograr coronar los diez 'ocho miles' (montañas con más de ocho mil metros de altura).
En el ámbito empresarial, multinacionales como Telefónica esperaron hasta 2008 para contar con la primera mujer, Eva Castillo, en su Consejo de Administración.
El mundo de la cultura no es una excepción en cuanto a la discriminación de género se refiere. El Premio Nacional de Literatura no concedió un galardón a una escritora hasta 1978, año en el que Carmen Martín Gaite recibió el preciado premio con su obra El cuarto de atrás.
Estos son sólo algunos de los muchos ejemplos que se podrían citar de pioneras que han conseguido acceder a unas esferas de poder que les estaban vetadas solo por el hecho de ser mujeres.
Menos matrimonios y más separaciones
La mujer española del siglo XXI dista bastante de la de postguerra. Su incorporación al mundo laboral dió lugar a una mujer a la que las exigencias de su carrera le hacen postergar el matrimonio. Con ello, es de entender que de los 5,4 matrimonios en el año 2000 se hayan pasado a los 4,7 en 2006, según datos del Instituto de la Mujer
La edad media del matrimonio ha aumentado alrededor de siete años desde 1980 hasta 2006 al igual que crece el número de disoluciones matrimoniales. Los divorcios, momento en el que la mujer tiene una media de 40,5 años, aumentan un 74,3% en 2006 frente a la disminución de las separaciones un 70,7% como consecuencia de la modificación del Código Civíl y de la Ley de Enjuiciamiento Civíl en materia de separación y divorcio, Ley 15/2005, que permitía el divorcio sin necesidad de separación previa.
Madres treintañeras
Las dificultades de las mujeres españolas para compatibilizar la vida laboral con la familiar han llevado consigo un cambio significativo en la natalidad, tanto en lo que respecta a la cantidad de hijos como a la edad en la que las españolas son madres. Así, según apuntan estudios del Instituto de la Mujer, desde 2000 a 2006 la natalidad ha aumentado en España gracias a la inmigración. En 2006, se registraron un 13,7% más de nacimientos de madre extranjera que en 2005.
Por otra parte, la edad media de la maternidad ha aumentado como consecuencia de la presencia de las mujeres en el mundo laboral. Así, según datos del Instituto de la Mujer, se ha pasado de 28,2 años en 1980 a 30,9 años en el año 2006.
Además han aumentado las tasas de interrupción voluntaria del embarazo con un 9% de abortos en el año 2006. El Instituto de la Mujer apunta que las edades comprendidas entre los 20 y 24 años, así como las mujeres solteras o divorciadas, son las que presentan las tasas más elevadas.
La ONU, consciente del complicado papel que tiene que afrontar la mujer, nombra el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. Todas aquellas que compatibilizan sus papeles como empresarias, madres y esposas tienen un día que les rinde tributo. Porque es complicado ser una mujer del siglo XXI y no morir en el intento.