¿Texto sobre la codificación de las noticias?
Para empezar, nadie dijo que fuera sencillo. El acceso a una vivienda como primera residencia ya es bastante difícil en capitales como Madrid o Barcelona. La falta de oferta disponible hace que los alquileres sean cada vez más caros. Por otra parte, la subida de los tipos de interés ha encarecido, también, las hipotecas, de manera que comprar una casa –ya sea para vivir o para alquilarla– requiere un esfuerzo económico aún mayor.
Por suerte, existen fórmulas alternativas para invertir en el sector inmobiliario con poco dinero. Las plataformas de crowdfunding inmobiliario financian promociones de obra nueva con las aportaciones de muchos pequeños inversores. En el caso de Urbanitae, el líder del sector en España, el mínimo para participar es de 500 euros. De modo que se puede invertir en vivienda por un precio módico. Y la ley de vivienda ¿afecta a este tipo de inversores?
Límite a la rentabilidad del alquiler
La ley de vivienda, que sigue su camino en el Congreso de los Diputados, persigue ampliar el acceso a la vivienda y, singularmente, pone el foco en los alquileres. Desde luego, es problemático que, por ejemplo en el caso de Madrid, los precios hayan escalado un 13% en el último año. Y no es solo Madrid. En ciudades como Mallorca, Málaga, Valencia o Alicante las alzas superan el 20%.
A la vista de los datos, la nueva ley apuesta por limitar los precios. El Gobierno ya había restringido la subida a un máximo del 2% en 2022. Los resultados, como prueba la experiencia en otros países, no son buenos. Alquileres más caros y una reducción de la oferta que ronda el 20%. La nueva norma mantiene el tope del 2% para este año, fija un 3% para 2024 y deja el futuro en función de un índice de nueva creación.
Al establecer topes de precios sensiblemente menores a la inflación, el arrendador ve reducido su poder adquisitivo. Además, la nueva ley establece que es el propietario quien debe asumir los gastos y honorarios producidos por el alquiler. También impide al arrendador repercutir al inquilino las subidas en gastos de comunidad o de basuras. Y se empieza a considerar gran tenedor al propietario de cinco inmuebles, en lugar de diez.
Crece el apetito por el 'crowdfunding'
Pese a la moderación prevista para este año, la realidad es que el inmobiliario sigue siendo un reclamo para los inversores. Y lo es precisamente por las razones que han impulsado la ley de vivienda: no hay oferta suficiente para cubrir la demanda. La actividad de Urbanitae busca contribuir a ampliar esa oferta de la mano de promotores de trayectoria consolidada. La plataforma, que opera desde 2019, ha financiado el desarrollo de más de 1.500 viviendas en toda España.
Aunque no está limitada al sector residencial, Urbanitae financia principalmente nuevas promociones de vivienda. En un contexto de reducción del crédito bancario al ladrillo, cada vez son más los promotores que deciden financiarse a través de crowdfunding. Los inversores que optan por esta modalidad se convierten, así, en socios de promotoras de primera línea… y acceden a la rentabilidad típica de este sector, en torno al 15% anual.
En lo que va de año, Urbanitae ha financiado 16 proyectos por un total superior a los 30 millones de euros, un incremento superior al 118% respecto de 2022. Promociones que van desde pisos de 50 metros cuadrados en el centro de Málaga a viviendas de más de 500 en pleno barrio de Salamanca. En algunos de ellos, han participado más de un millar de inversores.
5.500 inversores satisfechos
Los resultados son prometedores, y están libres de las incertidumbres y penalidades de la inversión tradicional en vivienda: comprar un piso –con el desembolso correspondiente–, reformarlo, buscar inquilinos, preocuparse por el mantenimiento… El crowdfunding inmobiliario es 100% online, sin costes ni comisiones. El inversor solo tiene que examinar muy bien las características de cada proyecto y decidir si quiere invertir en él.
Hasta la fecha, Urbanitae ha devuelto la inversión en 22 proyectos –cinco en lo que va de 2023–. En total, 18,5 millones de euros, devueltos a 5.500 inversores, que han obtenido una rentabilidad anual promedio del 17%. Cifras superiores no solo a la inflación, sino a la rentabilidad bruta de la vivienda en alquiler, que ronda –o rondaba hasta ahora– el 7%. Son cifras que confirman que el crowdfunding inmobiliario es un buen refugio ante la incertidumbre, también la legislativa…
REALIZADO POR ECOBRANDS
Este contenido ha sido elaborado por EcoBrands, unidad Branded Content de elEconomista.es para Urbanitae.