El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente el PERTE de Economía circular con el objetivo de transformar el sistema para hacerlo más eficiente y gestionar el uso de materias primas de forma más sostenible. Se trata de un nuevo paradigma en la producción y el consumo en el que prima la optimización de recursos y de los residuos generados. Para ello, se pretende fomentar acciones como el reciclaje y la reutilización.
Según el PRTR, esta estrategia puede suponer un alivio respecto a la dependencia económica de España respecto al resto de países, así como un nicho de empleo para 70.000 trabajadores españoles y 700.000 en Europa. Algunos de estos empleos están vinculados a las tecnologías pero otros muchos no requieren necesariamente una formación específica por lo que puede servir para fomentar el empleo en colectivos en riesgo de exclusión social.
Este PERTE cuenta con 492 millones de euros destinados a ayudas, principalmente de sectores que abordan retos de sostenibilidad, como el textil, el del plástico y el de los bienes de equipo, así como al ecodiseño, la reutilización, la gestión de residuos y la digitalización. Con ello se espera que pueda movilizar más de 1.200 millones hasta el año 2026.
Este proyecto estratégico se divide en dos líneas de actuación a través de 18 instrumentos.
La economía circular es uno de los ejes principales de la política económica y ambiental de la Unión Europea, por lo que España adoptó en junio de 2020 la Estrategia Española de Economía Circular - España Circular 2030, un decálogo con objetivos cuantitativos para alcanzar en 2030.
Este PERTE sigue la línea de los anteriores como el de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA), el Agroalimentario y el dedicado al desarrollo del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC).