
Según el Balance Energético de la Comunidad de Madrid 2019, el último publicado hasta la fecha, la Comunidad de Madrid ha aumentado un 54,7% su producción de energía entre los años 2000 y 2019, habiéndose pasado de las 123,3 ktep del año 2000 a las 194,1 ktep del 2019.
Madrid presenta unas características especiales de cara a su consumo energético ya que es una ciudad con una alta densidad de población. En 2019 contaba con siete millones de habitantes en un territorio que supone solo el 1,6% de la superficie del país. Por ello, asume una alta demanda de energía. Además, en 2019 fue la región que registró un mayor crecimiento de su Producto Interior Bruto en términos de volumen (un 2,6%) y, por lo tanto, de su actividad.
España se ha caracterizado durante años por una alta dependencia energética del resto de países, debido a que históricamente hemos utilizado combustibles fósiles con poca presencia en nuestro territorio. Sin embargo, esta tendencia está cambiando a lo largo del tiempo, especialmente gracias a la popularización de las energías renovables y alternativas.
En el caso de Madrid, la energía producida este año con recursos autóctonos fue de 194,1 ktep, es decir, un 1,8% del total de la energía final consumida aproximadamente.
La principal fuente de energía producida en la capital es la biomasa, que supone un 52,1% del total, por delante del tratamiento de residuos (11,9%), y de la energía solar (11,3%).
La cogeneración, la principal fuente de autoabastecimiento de energía eléctrica y térmica de Madrid
La producción de electricidad dentro de la comunidad de Madrid ha crecido un 60,4% en el periodo entre 2000 y 2019.
Este crecimiento se debe en gran parte a la energía generada por cogeneración. Se trata de un sistema que produce dos tipos de energía a partir de una sola fuente, de forma que se reduce el uso de materia prima que supondría generarlas por separado y se usa un único combustible, disminuyendo las emisiones y la dependencia energética.
A pesar de que es necesario contar con un combustible externo para generarla, principalmente gas natural aunque también es posible emplear biocombustible, se puede considerar una forma de autoabastecimiento de energía eléctrica, debido al importante papel que juega en el modelo energético al duplicar los recursos.
La generación a través de esta fuente en el 2019 en la Comunidad de Madrid fue de un total de 244MW y su producción bruta, según el Ministerio para la Transición Ecológica, fue de 804.957 MWh.
De esta forma, el 48,9% de la energía eléctrica producida en Madrid en el 2019 procede de la cogeneración, a gran distancia del tratamiento de residuos (14,9%), los residuos sólidos urbanos (12,7%), la biomasa (11,4%), la energía hidráulica (6,6%) y, en menor medida, la energía solar fotovoltaica (85,4%)
La electricidad es uno de los vectores de energía más importantes y en el 2019 su producción en Madrid, tanto por medios propios como por medios externos llegó aproximadamente al 6,7% del consumo final eléctrico.
Por otro lado, la energía térmica de la Comunidad de Madrid tiene su procedencia en la biomasa, la energía solar térmica, la parte térmica de la cogeneración y la geotermia.
En este sentido, cabe destacar que, en 2019, la mayor parte procede de la cogeneración, 87 ktep, seguido por la biomasa, 83 ktep. La térmica ha generado 22 ktep y la geotérmica 10 ktep.
Otras fuentes energéticas de la comunidad de Madrid
Otras fuentes de energía propias de la Comunidad de Madrid son la hidráulica, (cuya producción fue de 119,7 GWh en el año 2019), la solar fotovoltaica (97.888 Mwh), la geotérmica (33.100 kW) y la biomasa (101,1 ktep).
Cabe destacar, además, las diferentes páginas de residuos energéticamente valorizables: de metanización, incineración de residuos sólidos urbanos, digestión anaeróbica de lodos y desgasificación de vertederos, que en total han generado 497.503 Mwh.