Extremadura se ha situado en la casilla de salida en este nuevo escenario de oportunidades para la recuperación y transformación económica y social tras la irrupción de la pandemia del Covid 19.
En los próximos tres años se gestionarán el N+3 del Programa Operativo, cuyo marco temporal de actuación es 2014-2023; el nuevo Programa Operativo 2021-2027, para lo que España ya está trabajando en el cierre del acuerdo de asociación con la UE; la parte del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), que se incluye en la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC); el Fondo REACT-EU y los Fondos Next Generation EU, destinado especialmente a combatir las consecuencias del Covid 19.
En este reto, disponemos también de la fortaleza de los Presupuestos Generales del Estado y del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, que traza la hoja de ruta para la recuperación y modernización de la economía y la creación de empleo. También la Agenda para la Reactivación Social y Económica de Extremadura comparte la filosofía de los planes europeo y español.
La Agenda extremeña representa un instrumento que permitirá asentar las bases del crecimiento y el desarrollo para lograr la cohesión económica, social y territorial, así como la igualdad de oportunidades durante los próximos años en la región, a través de actuaciones enfocadas en la digitalización y la eficiencia energética.
En relación a esto último, la digitalización se sitúa como una de las grandes oportunidades en un momento en el que varias generaciones conviven de forma diferente ante la irrupción inminente del mundo digital.
El secreto del éxito hacia la innovación radica en la capacidad de invertir en conectividad, en competencias y en formación digital, así como la apuesta por legislar desde lo público para mejorar la conectividad en todo el territorio extremeño.
Este es uno de los objetivos estratégicos del Gobierno de la Junta de Extremadura para lograr no sólo la integración digital del conjunto de la sociedad extremeña, sino también la reintegración del uso de Internet en elementos clave como la economía y la prestación de servicios públicos de calidad.
Todo ello, a través de la colaboración con las empresas operadoras de telecomunicaciones y del impulso de la presencia de la tecnología en la escuela y la formación no reglada en los centros del conocimiento en todo el territorio.
Una muestra más del proceso de aceleración de tendencias que la pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto a través de la relocalización de la cadena de valor, que está permitiendo la atracción de proyectos en territorios antiguamente denominados periféricos, que ya no lo son.
Este es el caso de Extremadura, una región que hace 150 años llegó tarde a la revolución industrial pero que al proceso de cambio sobre el que estamos inmersos, se sitúa en la posición de salida, preparada para emprender el camino hacia la innovación transformadora.
Extremadura será la primera comunidad autónoma en España en tener proyectos de gran calado en el corto y medio plazo. Las inversiones en la región para los próximos años ascenderán a 16.000 millones de euros, de los cuales 10.000 millones procederán de fondos públicos y más de 6.000 millones de capital privado, que contribuirán de manera determinante a la creación de 20.000 empleos, lo que permitirá retener y atraer el talento.
Extremadura será la primera comunidad autónoma en España en tener proyectos de gran calado en el corto y medio plazo
En los próximos meses se pondrá en marcha una fábrica de baterías, una fábrica de semiconductores procedentes de diamantes sintéticos y una fábrica de guantes de nitrilo que hasta ahora solo se fabricaban en Malasia. Todo ello, consecuencia de que Extremadura tiene capacidad competitiva con unos costes energéticos económicos y eficientes, gracias al aprovechamiento de sus recursos naturales como el sol y el agua.
Además, en este proceso de transformación digital la Junta de Extremadura también avanza hacia la implantación de una administración más ágil incorporando nuevas tareas al papel de la función pública, eliminando trámites y cargas burocráticas para estar a la vanguardia de la simplificación administrativa en España, al tiempo que permite el establecimiento de medidas de impulso para facilitar la actividad empresarial en Extremadura y mejora de la Administración autonómica.