
La plataforma de transferencia de dinero Azimo acaba de acometer un cambio de imagen, que incluye un chat interno para hablar con el receptor del envío y la posibilidad de ganar dinero invitando a amigos a usar la app, disponible para iOS y Android. En este sentido, Marta Krupinska, directora general y cofundadora de Azimo, habla para elEconomista sobre el negocio digital de la compañía.
¿Qué es Azimo?
Somos un negocio de transferencia de dinero digital. Nuestra plataforma y app móvil permite a los consumidores enviar dinero desde 22 Estados de la Unión Europea y Reino Unido a 190 países del mundo, gracias a un dispositivo conectado a Internet.
¿Cómo funciona el servicio?
Todo aquel que disponga de una cuenta bancaria en Europa y un smartphone o un ordenador puede usar Azimo. Permite el registro a través de un perfil de Facebook o una cuenta de Google y, tras completar unos datos personales, se puede realizar la primera transferencia.
Recientemente han renovado la imagen de Azimo. ¿A qué se debe y en qué consiste el cambio?
Hemos crecido muy rápido desde nuestra fundación en 2012 y, ahora que tenemos medio millón de usuarios y casi 100 empleados, creemos que es el momento de reforzar nuestra visión para mejorar la industria. Así, hemos hecho una renovación completa del concepto de marca, desde el logo hasta la app. Después de consultar a nuestros clientes, hemos comprobado que no tenían una conexión real con el servicio financiero que utilizaban.
¿En qué se diferencia Azimo de la competencia?
En primer lugar, tenemos una red que puede llegar hasta los 5 billones de usuarios a nivel mundial. Además, estamos focalizados en Europa, un mercado más grande que Estados Unidos y con mucha población migrante -ofrecemos servicio en nueve idiomas-. Además, nuestras tasas son de las más bajas del mercado, ya que los estándares están en torno al 8%, y los nuestros al 2% o menos.
¿Qué ventajas ofrecen en comparación con los servicios tradicionales?
La mayor ventaja es el ahorro de dinero y de tiempo. En este sentido, los usuarios ya no tienen que ir a los locales de transferencias de dinero a la calle, sino que pueden hacerlo desde cualquier lugar con conexión a Internet.
Es su opinión, ¿cómo se va a transformar este sector en los próximos años?
Los servicios financieros serán muy diferentes en cuestión de cinco o diez años. Hoy en día, las personas anteponen el uso de los dispositivos móviles, y esta mentalidad podría dar lugar a una hegemonía del móvil. Para los servicios financieros, esto significaría dos billones más de personas con smartphone, en lugares como África y Asia. Por otro lado, las redes sociales se van a convertir en una forma común de enviar dinero. Hemos sido de los primeros en integrar nuestros servicios con Facebook, permitiendo que los consumidores agreguen a beneficiarios desde su perfil en esta red. Sorprendentemente, es más fácil falsificar un pasaporte que una cuenta en una red social, ya que en éstas se tiene actividad constante, cientos de amigos...
¿De qué forma afrontará Azimo estos retos que plantea el mercado?
Estamos siempre cerca de la innovación tecnológica y, como startup, somos capaces de responder muy rápido a las necesidades. Sin embargo, los avances tecnológicos innovadores van a ser siempre de interés para nuestro perfil de consumidor, y es precisamente por esto por lo que hemos modificado y renovado nuestra app. Nuestros clientes son de los que priman la utilización de los dispositivos móviles y buscan transferencias de dinero conversacionales y procesos más fáciles y satisfactorios.