
El sexto partido de la final de la NBA entre San Antonio Spurs y los Miami Heat se convirtió en uno de los partidos más épicos de la temporada. El triunfo se quedó del lado de los Heat (103-100) y lo hizo, en parte, gracias a una de las canastas de la temporada.
Ryan Allen, veterano jugador de Miami, consiguió transformar un espectacular triple a falta de cinco segundos para que acabase el partido y forzó, gracias a su hazaña, la prórroga. Lo hizo de la manera más espectacular posible, cuando el primer intento de su equipo acabó en el aro.
El rebote acabó saliendo de la zona y Allen, dando un pasito atrás, y casi cayéndose, consiguió colocar la bola dentro de la canasta. Había hecho historia.
La jugada estuvo cargada de polémica. El banquillo de los Spurs pidió que fuera canasta sólo de dos puntos (el partido iba 92-95 para San Antonio) y que, por tanto, no sirviera para empatar el duelo.
Sin embargo, la repetición y su comprobación por parte de los árbitros permitió comprobar que no era así. La canasta era de tres. Valió y permitió relanzar a los Heat rumbo a una victoria que bien podría valer un anillo de la NBA. Lo que seguro consiguió es arrebatárselo a los Spurs. El triunfo de San Antonio le habría dado el título.