
El histórico hotel Waldorf Astoria de Nueva York se vistió de gala para entregar a Esther Koplowitz, dueña de la constructora FCC, el premio al empresario del año que concede la Cámara de Comercio de España en Estados Unidos. Sin embargo, Koplowitz tuvo que ausentarse del acto por motivos familiares.
Bautizado como Business Leader of the Year, este premio nunca antes había recaído en una mujer española. Pero los éxitos cosechados por su compañía en los últimos tiempos, bien lo valen. Sobre todo, el contrato de publicidad urbana que se adjudicó Cemusa -filial de FCC- el año pasado.
Durante las próximas dos décadas, Cemusa se encargará de vestir las calles de Nueva York. Un cambio de look que ya ha empezado a notarse con las nuevas marquesinas y diverso mobiliario urbano que ha empezado a renovar FCC.
Las que también pujaron
Gigantes como el francés JC Decaux o las cadenas estadounidenses Clear Channel y NBC lucharon duramente por el ansiado contrato, valorado en 1000 millones de dólares, hasta el punto de que llegaron a presentar un recurso contra la adjudicación a FCC, que fue rechazado por el Juez de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, William A. Wetzel, en diciembre de 2006.
Casi un año después, y con el hacha de guerra enterrada, 600 personas acudieron a felicitar Esther Koplowitz por este éxito.