James Bond no solo tiene los mejores gadget para su día a día; también conduce algunos de los mejores coches que existen, concretamente, los distintos Aston Martin que han pasado por sus manos a lo largo de 60 años de películas. Nosotros nos hemos podido sentir él por un día tras ponernos al volante de los nuevos Vantage y DBX 707.
El Vantage es un deportivo biplaza de ultralujo con motor delantero y tracción trasera que ofrece una potencia top para su segmento: 665 CV y 800 Nm de par gracias a un motor V8 biturbo de 4 litros y un reparto de peses entre ejes del 50%. El DBX 707 por su parte, es un SUV de ultralujo que luce este nombre a raíz de la potencia que rinde su motor V8 biturbo de 4 litros: 707 caballos que le permiten hacer el 0-100 km/h en 3,3 segundos, cifras récord, ya no para un SUV, sino para un deportivo como el Vantage, con un 0-100 km/h en 3,5 segundos. Estos modelos, además, son capaces de alcanzar una velocidad máxima de 310 km/h en el DBX y de 325 km/h en el Vantage.
En ambos casos, la disposición del habitáculo es totalmente nueva, con una calidad, estilo y sofisticación que incluso superan las expectativas que cabría esperar de una marca tan refinada como lo es Aston Martin. Unos asientos tan deportivos como confortables se suman a un sistema de infoentretenimiento de última generación, donde destaca el equipo de sonido firmado por Bowers & Wilkins. De serie cuenta con 14 altavoces, ampliables a 23, con sonido 3D y el doble de potencia (800 a 1.600 W) que, tras poner las canciones Skyfall de Adele, No Time To Die de Billie Eilish o Writing's On The Wall de Sam Smith, uno logra meterse de lleno en la piel del agente más famoso del MI6.
Pero en el DBX es diferente porque, pese a ser un SUV con alma de biplaza, la comodidad que otorgan los vehículos de grandes proporciones como este es una de sus características fundamentales.
La deportividad y prestaciones en ambos modelos son muy similares, sin embargo, el interior cambia para adecuarse a cada estilo de vehículo. A bordo de ellos se percibe lujo allá a donde uno mira. La mezcla de elementos cromados y chapados, junto a una consola rediseñada que se ha simplificado, incrementa la sensación de calidad y lujo a la vez que no descuida la sensación de deportividad a bordo.
Sin embargo, mientras que en el Vantage todo está más orientado a que los ocupantes perciban un entorno más deportivo, en el DBX, elementos como las salidas de aire o los tiradores de las puertas en cromo brillante y oscuro, junto con los revestimientos de los paneles de las puertas delanteras en materiales como roble brillante o titanio, evidencian este toque premium y de comodidad fiel a la esencia del lujo. Al mismo tiempo es capaz de modernizarse y adaptarse a las demandas del mercado, sin renunciar a lo característico que le hace ser algo tan único y especial como lo es Aston Martin.
Pese a que las prestaciones y comodidad de ambos modelos permitirían su uso tanto para diario como para una diversión superior los fines de semana, lo interesante llega cuando te preguntas: ¿para qué escoger pudiendo tener lo mejor de ambos mundos? Y es que tras pararnos a pensar, te das cuenta que un garaje ideal estaría compuesto por el Vantage y el DBX 707, algo difícilmente superable, una pareja de vehículos que te permite tener lujo y comodidad, además de deportividad para cualquier tipo de situación que se requiera.
Sin embargo, si el V8 biturbo que equipan ambos modelos no es suficiente para satisfacer las necesidades de potencia de uno, siempre se puede ir más allá y optar por el recientemente presentado Vanquish, otro modelo histórico de Aston Martin con un V12 de 835 CV y 1000 Nm de par bajo el capó. Este biplaza que se actualiza, dejando a un lado la tendencia del sector hacia la hibridación y siendo fiel a la combustión, se ha convertido en el vehículo de producción con mayor potencia y velocidad punta registradas, con 345 km/h.
Pero no solo eso, el Vanquish es una novedad en todos los sentidos, con un diseño que sigue la línea de Aston Martin y que se asemeja al Vantage. La marca británica lleva al límite uno de sus modelos para mostrar de lo que son capaces, siendo además el primer modelo V12 de la marca que presenta una caja de cambios ZF de 8 velocidades, y un Boost Reserve, que le permite aumentar la presión del turbo por encima de lo habitual para exprimir al máximo sus prestaciones y disponer de toda la potencia al instante.
Lo que está claro es que Aston Martin ha evolucionado para pelear de tú a tú con caballos y toros que históricamente han liderado el sector de los superdeportivos, eso sí, siendo la marca de deportividad de ultralujo por excelencia, y sin renunciar a esa sofisticación y elegancia que ha caracterizado siempre a una marca con un pasado tan histórico como prometedor es su futuro.
