
Hace ahora dos meses, nos llegaba desde Italia, la información de que los V6 Quadrifoglio de Alfa Romeo se despedían con una edición especial, ahora hemos podido probarlos en circuito y te contamos como ha sido ponerse al volante de estos.
Alfa Romeo nos ha invitado a probar en el Circuito del Jarama, el Giulia (berlina) y Stelvio (SUV) Quadrifoglio Super Sport, una edición limitada a 450 unidades, 175 del Stelvio y 275 del Giulia, que nace como homenaje a al historia deportiva de la marca, concretamente al modelo ganador 6C 1500 Super Sport de la "Mille Miglia" de 1928, además de haber celebrado el año pasado los 100 años del famoso trébol del Quadrifoglio.

Con elementos únicos con respecto a la versión Quadrifoglio base, destaca ante todo (disponibles como extras), la inclusión de diferentes partes en fibra de carbono como la parrilla delantera, el techo o la carcasa de los espejos retrovisores, además de los escapes firmados por Akrapovic (de serie en Giuliam, no en Stelvio) o el logo del trébol de Quadrifolgio en negro brillante, que lo diferencia de la versión normal.
Junto a estos elementos de carbono, hay pequeñas modificaciones como los faros que ahora son 3+3 en Full LED matrix, las llantas de aleación deportiva de 5 orificios de 19 pulgadas en Giulia y 21 en Stelvio, o un nuevo interior en el que también destaca el carbono (en este caso en rojo), el grabado en el reposacabezas de Super Sport 1 de 175 o 1 de 275, y el cuadro de mandos con diseño específico de modo carrera.

Entre los colores disponibles para estas unidades, están el Vulcano Black y el Red Etna para ambos, además del Alfa White para el Giulia. Tres colores que sientan genial a un deportivo como este, y que sin embargo, a nosotros personalmente, nos hace echar en falta el tan característico Verde Quadrifoglio que es un clásico en los modelos más deportivos de la marca.
En cuanto a prestaciones, el motor que incorpora esta edición limitada, es el V6 de gasolina de 2.9 litros de Alfa, que otorga 520 caballos (382 kW), con un par máximo de 600 Nm a 2.500 revoluciones. Junto a este, una transmisión automática de 8 velocidades y tracción a las cuatro ruedas en ambos casos.
En el Stelvio, la aceleración de 0-100 km/h se logra en 3,8 segundos y puede alcanzar los 285 kilómetros por hora. En el Giulia, y pese a que parece que debería ser más rápido por el peso y la aerodinámica (1.850 kg del Stelvio frente a los 1.660 del Giulia), el 0-100 km/h se hace en 3,9 segundos, una décima más lento que el Stelvio, eso sí, logrando una velocidad máxima de 308 km/h ( 23 kilómetros por hora más que el SUV).

Precios
Los pedidos de esta edición especial se abrieron en mayo, con las primeras unidades llegando a partir de septiembre ¿Su precio? 111.600 euros para el Giulia y 121.800 para el Stelvio, aproximadamente unos 15 mil más caro con respecto a las versiones base, sin embargo, tenemos malas noticias, ya que si estabas interesado en la adquisición de una de estas unidades, no será posible al estar ya vendida la producción al completo con sus 450 unidades.
Sensaciones al volante
La oportunidad de ponerse al volante de modelos como estos es siempre de agradecer, y en este caso si sumas un Circuito tan único y técnico como el Jarama, con modelos como estos, el resultado solo puede ser uno: diversión y ganas de no bajarse del coche.

Probando ambos, y con las diferencias que supone un SUV con una berlina pese a las grandes prestaciones de ambos, la conducción es radical pero cómoda en los dos casos. El peso y estructura del Stelvio no imposibilitan su dinamismo, el paso por curva evidentemente no es igual de ágil que el Giulia, pero no deja de tener un gran comportamiento, algo que mejora notablemente en el Giulia gracias a los frenos carbocerámicos (opcionales, pero bajo nuestro punto de vista, indispensables) que permiten apurar al máximo la frenada al entrar a curva.
El motor logra una entrega directa de los 520 caballos, que sumado al sonido del escape Akrapovic (al que aporta un plus si se pone el coche en modo Race), generan grandes sensaciones durante la conducción, las cuáles se disfrutan mucho más si se usan las levas de gran tamaño situadas tras el volante, para jugar con el cambio manual.