Moda

La embajada española en París se convierte en una pasarela de la moda nacional

París, 3 abr (EFE).- La embajada española en París fue hoy sede de una presentación de moda integrada por trabajos de conocidos diseñadores españoles como Adolfo Dominguez, Agatha Ruiz de la Prada, Manolo Blanhnik y Amaya Arzuaga.

La operación "Made in Spain: La Mode au-déla des frontiers" llegó a la capital gala con el objetivo de acercar al público internacional una selección de las colecciones ideadas en España para la temporada otoño/invierno 2014-2015.

El presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), Modesto Lomba, inauguró la muestra, que definió como "una oportunidad única" para abrirse camino en París, "capital mundial del comercio, el diseño y la comunicación".

Aunque entre los 28 creadores participantes hay muchos "veteranos", "gente que ya ha expuesto en París y otras ferias internacionales", también figuran un grupo de jóvenes que "está irrumpiendo con mucha fuerza", indicó a Efe el modisto.

Al responsable de ACME le "sedujo" la idea de poder exponer piezas vanguardistas entre las antiguas obras de arte y pinturas que conforman el mobiliario "recargado y barroco" de la embajada, una de las más bellas legaciones diplomáticas españolas en el mundo.

Un maridaje, apuntó, que se concreta en "un interesante contrataste" que permite a las prendas "interactuar con el escenario".

Junto a los maniquíes estáticos, dispuestos entre retratos, grabados y tapices de Goya, pinturas de Madrazo y destacadas piezas de arte decorativas, Agatha Ruiz de la Prada celebró la mezcla de moda e historia configurada, "bonito diálogo entre la ropa actual y un espacio que tiene muchísimos años".

La diseñadora se refirió a este proyecto como la forma ideal de "promocionar la moda nacional aprovechando las fantásticas casas que España tiene en el extranjero".

De la Prada participó con dos diseños de su última colección, una "retrospectiva de estampados" que en el ambiente sobrio de la embajada, dijo, "quedan muy pop".

Nuria Sardá, diseñadora de la firma Andrés Sardá, vio en la decoración, el arte y la cultura europea de los últimos siglos que acumula la embajada, un escenario que se combina a la perfección con las piezas que trajo a la muestra.

En particular citó la presencia de dos encajes inspirados en un diseño "de más de 150 años de antigüedad, resumen de la tradición y del 'savoir faire' europeo, conceptos que no se puede perder", subrayó.

La modista Teresa Helbig, por su parte, indicó a Efe que "todo lo que sirva para posicionar en el mercado internacional a las firmas españolas es bienvenido", al tiempo que calificaba París como "la plaza más difícil de conquistar".

La embajada española de Londres ya acogió el mismo evento en 2013 y en unas semanas lo hará la de Lisboa, abundó Modesto Lomba, quien adelantó que la asociación que preside aspira a repetir cada año este tipo de operaciones.

La idea es "llegar con mayor facilidad a compradores chinos, japoneses, americanos y franceses, como los que hoy se han pasado por la muestra", precisó.

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