
Madrid, 19 may (EFE).- Los pilotos de Fórmula 1 aguantan con estoicismo una dieta y un entrenamiento a la altura del deporte más elitista del mundo; eso sí, sin renunciar a sus propios gustos y disfrutando de la vida a su manera. EFEstilo se ha acercado al Olimpo del automovilismo de la mano del equipo inglés "Williams".
Cuando aparcan el coche, los pilotos se vuelven humanos: a veces, sienten miedo y, otras, la seguridad en sí mismos les empuja hacia el preciado podio que, este año, durante la celebración del Gran Premio de España en Montmeló, sucumbió a los encantos del Ferrari del asturiano Fernando Alonso, quien se hizo con la primera posición en una jornada emocionante.
El año pasado, el equipo "Williams" ganó en el circuito catalán de la mano de su piloto estrella, Pastor Maldonado; en una entrevista con EFEstilo, celebrada durante la concentración del equipo en Barcelona, el venezolano confesó que le encanta "la magia" que desprenden las pistas clásicas, aunque las modernas vayan a la vanguardia en tecnología.
El hermetismo de este complejo deporte, que concentra a los profesionales mejor pagados del mundo, se traslada muchas veces a la vida personal de los pilotos.
Sin embargo, Maldonado se descubre como "un tipo sencillo", al que le gusta ir a la moda sin renunciar a un estilo moderno que integra vaqueros, camisetas y un reloj de una marca suiza como complemento de "distinción".
La alta competición somete a los pilotos a un estado de estrés permanente; para contrarrestar esa presión, fuera de la pista procuran realizar actividades que les relajan y que les "conectan" con el mundo real, como leer y estar con la familia y los amigos.
Pero, lo cierto, es que les va "la marcha", tal y como reconoce Maldonado: "me apasiona la adrenalina", confiesa, y esa sensación desea experimentarla en todas las parcelas de su vida.
Los pilotos son estrictos con su dieta: alimentos variados, sanos y bajos en calorías marcan su rutina alimentaria. La carne a la parrilla, el arroz, la pasta y la fruta son los platos favoritos de Maldonado, a quien no le gusta el chocolate.
Más proclives a las tentaciones culinarias se confiesan sus compañeros de equipo, Susie Wolff y Valtteri Bottas, a quienes les encanta España por "sus tapas, su comida y su ambiente siempre amigable".
En un mundo dominado por hombres, la piloto de pruebas Susie Wolff inunda la pista con su seguridad y su larga melena rubia; no la gusta que la gente la juzgue por ser mujer y su firmeza y profesionalidad han bombardeado cualquier intento de estereotipo.
Durante los campeonatos, conserva la feminidad cuidando los detalles; las joyas, por ejemplo, son su "mejor complemento", aunque para ella lo más importante es que su equipo "rinda" al máximo, dice. El estilismo, en estas ocasiones, "es menos importante".
En su faceta más personal, cuida su aspecto y la encantan los diseños "elegantes" y bien estructurados del diseñador Roland Mouret, "ideales" para reuniones de negocio y salidas nocturnas; el "look" más desenfadado lo reserva para su día a día y, en su vestuario, nunca faltan los vaqueros, las chaquetas de cuero y las bailarinas, que le permiten estar siempre "cómoda", explica.
En la Fórmula 1 se necesita "pasión y corazón": ser hombre o mujer, añade, es "el menor de los condicionantes".
La disciplina y el entrenamiento, sin embargo, son elementos ineludibles en la rutina de un piloto; se mantienen en forma con un entrenamiento centrado en fortalecer, sobre todo, el cuello, la espalda, los brazos y el abdomen, para soportar el desgaste físico que experimentan durante la carrera.
El tercero de abordo del equipo Williams, el finlandés Valtteri Bottas, se describe como un chico "tranquilo y positivo", que da siempre lo mejor de sí mismo durante la competición; con tan solo 23 años (cumple 24 en agosto), Bottas se ha convertido en toda una promesa de la Fórmula 1, aunque procura "aprender" de los más veteranos, aclara.
En su tiempo libre, no deja de ser un joven como cualquier otro, amante de los videojuegos y de la natación, que trata de disfrutar de la vida "todo lo posible" junto a su novia finlandesa; su madre, sin embargo, ha elegido a un tinerfeño como pareja, lo que vincula más a Bottas con España.
La filosofía de estos tres deportistas, en el deporte y en la vida, es estar "agusto con uno mismo", coinciden. En su profesión, la confianza, el afán de superación y un buen equipo (para "Williams" trabajan 500 personas) son esenciales para ganar y conseguir un alto rendimiento en la pista.
La Fórmula 1 es un alarde de alta tecnología, también en el buzo que llevan los pilotos, hecho a medida, ignífugo y transpirable, para evitar la deshidratación del conductor durante la competición.
Dentro del traje, los deportistas llevan una ropa interior especial, también resistente a las llamas, que les cubre todo el cuerpo; la seguridad, en la profesión de piloto profesional, es un medio que "nunca" debe sacrificarse, por muy loable que sea el fin, recuerdan los pilotos.
Isabel Peláez Vega
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