
Avilés, 5 jul (EFE).- Los sindicatos de Alcoa Avilés han dicho tener un "sabor agridulce" tras el acuerdo alcanzado por Alcoa y Parter para desbloquear la venta de las factorías porque han recordado que la actividad aluminera todavía tiene "la espada de Damocles" el alto precio de la energía.
Tras una reunión en Madrid que dio comienzo a las tres de la tarde de ayer y finalizó en torno a las cuatro de la madrugada, los representantes sindicales han recordado que, en caso de que finalmente se materialice la venta de las plantas de Avilés y A Coruña, los trabajadores aún estarán en la lucha de reclamar una tarifa competitiva para la industria electrointensiva.
Asimismo, han precisado que los sindicatos no van a tener que ratificar el acuerdo tras suprimir "todas las cláusulas que ALCOA (AA.NY)quería introducir en cuanto a confirmación del proceso".
"El acta viene a decir que el día 31 de julio, si el inversor demuestra las garantías que pide Alcoa, se ejecutaría la venta y, si no, se ejecutará el plan social", han explicado varias fuentes sindicales.
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