A lo largo de las últimas ocho sesiones, las dudas que envuelven al sector del que ha nacido la crisis actual, el bancario, han derivado en virulentos descensos bursátiles. Las caídas han persistido y aún no se ha aclarado la niebla de malas noticias empresariales.
Así, el Detector decidió el viernes cerrar -antes de esperar al rebote que se aconsejó- la operativa que se mantenía abierta con la única entidad bancaria de la cartera, la estadounidense Wells Fargo, que perdió 42,9 por ciento. Gran parte de éste se produjo en las últimas dos semanas, alentado por el difícil entorno bancario y la rebaja de rating desde Aa1 a Aa3 que realizó Moody's sobre la deuda soberana del banco el pasado 7 de enero.
La operativa propuesta sobre la casa de juegos griega Opap tuvo un destino mejor. Abierta el 10 de noviembre, repuntó desde entonces un 4,41 por ciento. A esta rentabilidad hay que sumar la que proporcionó el dividendo de 0,72 euros que entregó el pasado 24 de diciembre, la cual asciende al 3,37 por ciento. En definitiva, Opap rentó desde su inclusión en cartera un 7,78 por ciento.
Los motivos que llevaron al Detector a cerrarla fue que S&P recortó la calificación de la deuda soberana de Grecia desde A/A-1 hasta A-/A-2 y la pérdida del apoyo de los analistas. Y a rey muerto, rey puesto, el Detector decidió abrir esta semana una nueva estrategia con la danesa Novo Nordisk (líder mundial en el tratamiento de diabetes), con excelentes estimaciones, aunque con un título muy volátil que hay que vigilar.
