
El índice Nikkei de Tokio cerró la sesión de hoy con una ganancia de 112,39 puntos y subió un 4% en el mes de diciembre, logrando así registrar su primer mes positivo desde mayo. Sin embargo, desde enero ha caído un 42%, lo que suponen las mayores pérdidas anuales de sus 58 años de historia, superando la caída de 38,7% que el selectivo nipón registró en 1990.
En su última sesión de 2008, de media jornada antes de las vacaciones de fin de año en Japón, el Nikkei ganó 112,39 puntos, o un 1,28%, hasta los 8.859,56 enteros, mientras el Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, subió 4,47 puntos, o un 0,52%, hasta las 859,24 unidades.
Tokio, segunda bolsa del mundo tras Nueva York, cerró así cuatro sesiones consecutivas de alzas que le han permitido recuperar la barrera de los 8.800 puntos, por primera vez desde el 11 de noviembre. Sin embargo, esto no ha impedido que el selectivo nipón haya cerrado el que ha sido el peor ejercicio de su historia, con una pérdida acumulada del 42,12% o 6.448,22 puntos.
El año pasado, el Nikkei cerraba en los 15.307,78 puntos y el Topix en los 1.475,68 enteros, lo que en este último caso significa que ha perdido un 41,77 por ciento o 616,14 unidades.
Disparidad de previsiones
En la sesión de hoy los ganadores fueron la minería, las empresas de caucho y las de maquinaria de precisión, mientras los peor parados fueron las aseguradoras y las inmobiliarias.
En concreto, entre las empresas perdedoras de la jornada destacaron el fabricante de automóviles Toyota, que cayó un 1%, hasta los 2.905 yenes, y el fabricante de baterías GS Yuasa, que cedió un 3%, hasta los 107.200 yenes. Canon y otros exportadores avanzaron ante el leve repunte del dólar respecto al yen, antes de volver a replegarse.
De cara al próximo año, los analistas se mostraron divididos sobre la tendencia que tendrá la bolsa tokiota, ante las diversas políticas qllevadas a cabo por Estados Unidos para hacer frente a la crisis.
Hiroichi Nishi, experto de Nikko Cordial, explicó a la agencia local de noticias Kyodo que "la debilidad de la economía real está teniendo un fuerte impacto en el sistema financiero, pero que desconoce cuándo se disipará la incertidumbre.