
El famoso "sin comentarios" que las empresas largan a la opinión pública mecánicamente ante la difusión de rumores o la publicación de noticias no confirmadas ha sido una herramienta imprescindible para especuladores y manipuladores.
Ahora, la Comisión Nacional del Mercado Valores (CNMV) quiere acabar con estas actitudes poco clarificadoras y ha elaborado un borrador de criterios para la gestión de noticias y rumores sobre valores cotizados.
El asunto es tremendamente espinoso, porque aunque se ha perdido el ansia normativa de la época Conthe, pues no se articulan las actuaciones, se pone a las empresas en la tesitura de analizar todos los rumores o noticias que les lleguen sin que ellas hayan sido el origen, al menos de forma oficial.
Un dato importante es que, al menos de la lectura del borrador se puede deducir que la CNMV se ha convencido
de que los periodistas no son parte del mercado y ha desistido de intentar controlar su trabajo, algo que
supuso duros enfrentamientos entre Conthe y el colectivo.
La preocupación de los responsables del regulador se centran en las fases de estudio o negociación de las operaciones y recuerda a los emisores que están obligados a realizar un seguimiento de las noticias que les afecten y de la evolución de los instrumentos financieros en el mercado.
La solución que aporta es la difusión urgente de esta información como Hecho Relevante cuando haya podido ser objeto de una filtración, la información sea parcial o, simplemente, distorsionada, cuando pueda afectar a los precios o volúmenes de los instrumentos financieros.
Mayor responsabilidad
Acostumbrar a las empresas a que mediante la aportaciónde información propia, fiable y contrastada
acaben con los rumores e informaciones incompletas es una urgencia para la CNMV que ya tiene previsto
"para un futuro muy próximo" que los emisores sean quienes publiquen sus propios Hechos Relevantes sin necesidad de una intervención activa del Regulador.
La CNMV predica una política interna de los emisores que contemple la comunicación a la Unidad de Cumplimiento Normativo, así como medidas de formación de su personal para estas eventualidades.
Mayor esfuerzo en el análisis de la información
El mayor esfuerzo será convertirse en especialistas en el análisis de la información para establecer los antecedentes que existen sobre esa determinada noticia o rumor en el sector, su incidencia sobre las magnitudes contables o financieras de la sociedad, la sensibilidad del precio o los parámetros que la noticia alteraría, la existencia de indicios
sólidos, el grado de precisión (si se citan decisiones o acuerdos adoptados o se hace referencia solo a intenciones) y si son novedosas o componen una saga de operaciones corporativas.
Una vez analizados todos estos parámetros se deberá recurrir al Hecho Relevante si resulta oportuno, sin olvidar las obligaciones legales de los emisores.
Sin embargo, no se deberán publicar desmentidos, salvo en circunstancias muy extraordinarias.
Sólo ante noticias especialmente relevantes o veraces se procederá a suspender la cotización y sólo si la publicación inmediata del Hecho Relevante no es posible o la complejidad del hecho requieren de un tiempo mínimo para el análisis de
los inversores.
Actuaciones contra los intermediarios
También se plantean actuaciones de política interna para los intermediarios financieros, que pretenden que no sirvan de repetidores y divulgadores de rumores y noticias no contrastadas.
Se les recomienda que manifiesten a los clientes que se trata de un rumor,que se comunique a la fuente de la que aparentemente procede, que no se adorne la información y
que se avise a la CNMV de la existencia de ese rumor.
Se propone, en esta misma línea, una formación para el análisis de las informaciones y la monitorización aleatoria de las transacciones que puedan relacionarse con rumores.
En fin, que las cotizadas deberán especializarse en rumorología y comunicación o afrontar sus culpas.