Afectada por la crisis internacional, Francia entrará en recesión a comienzos del año próximo, por primera vez desde 1993, con una economía en caída libre y un importante aumento del desempleo, según las previsiones que publica este viernes el instituto francés de estadística.
Después de un leve aumento del producto interior bruto (PIB) del 0,1% en el tercer trimestre de 2008, el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE) prevé una caída del 0,8% en el último trimestre, seguida de una nueva bajada del 0,4% en el primer trimestre de 2009.
Según el INSEE, los primeros efectos del plan de reactivación de 26.000 millones de euros anunciado a comienzos de diciembre por el presidente Nicolas Sarkozy se harán sentir en el segundo trimestre, pero el PIB perderá aún un 0,1%, lo que sumará tres trimestres consecutivos de bajada a finales de junio.
Una recesión se caracteriza generalmente por dos trimestres consecutivos de contracción de la economía.
Si bien el crecimiento se mantendrá positivo este año (+0,8% contra 2,1% en 2007), existe un enorme riesgo de que el año 2009 culmine con una clara bajada del PIB. Según el INSEE, la contracción de la actividad debería alcanzar el 1,1% a finales de junio.
Para alcanzar un crecimiento cero en el conjunto del año "se necesitaría que Francia registrase un crecimiento del 1,4% en cada uno de los dos últimos trimestres del año", explicó el jefe del departamento de coyuntura del INSEE, Eric Dubois. Esto parece muy poco probable, aún cuando el instituto advierte sobre "lo incierto" de sus previsiones.
Por su lado, el gobierno sigue contando con un crecimiento entre el 0,2% y el 0,5% para 2009, estimando que el plan de reactivación permitirá evitar la recesión.