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Economía/Empresas.-La industria alimentaria facturó un 3,3% menos en 2005 por la pérdida de competitividad y de mercados

MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

La industria agroalimentaria registró una producción bruta durante el pasado año de 65.435 millones de euros, lo que supone una disminución del 3,3% respecto al año anterior, según la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), que subrayó que este dato supone una ruptura de la trayectoria de consolidación y crecimiento que el sector había registrado en los tres años anteriores.

Concretamente, el presidente de la patronal alimentaria, Arturo Gil-Bernabé, achacó este retroceso a la pérdida de competitividad y de mercados, al "simbólico" incremento del consumo interno y al "desequilibrio" entre las exportaciones y las importaciones.

"El pasado año ha sido malo para la industria alimentaria española", afirmó rotundamente Gil-Bernabé, quien tampoco se mostró muy optimista sobre las perspectivas para este año como consecuencia, entre otros factores, del encarecimiento de los productos energéticos y de las materias primas.

Según los datos de FIAB, las exportaciones registraron un crecimiento del 2,93% durante el pasado año, hasta alcanzar los 13.495 millones de euros, mientras que las importaciones subieron un 9,53%, situándose en los 16.310 millones de euros.

Gil-Bernabé señaló que estos datos se traducen en un "empeoramiento" de la balanza comercial del sector, con una tasa de cobertura del 82,67%, a pesar del incremento continuado de las exportaciones de la industria alimentaria durante los últimos años.

En este sentido, el presidente de FIAB achacó el incremento de las importaciones a la gran distribución que compra "dónde más le conviene". "Hoy la distribución es auténtica distribución y les de exactamente igual comprar un yogur en Bélgica que en España, porque tienen logística y almacenes", señaló.

El secretario general de FIAB, Jorge Jordana, coincidió con Gil-Bernabé y aseguró además que los productos que proceden de otros países se "disfrazan" en España con las denominadas 'marcas blancas'. "Cuando el producto se disfraza con la marca del distribuidor, se fabrica en otro sitio", dijo.

Respecto a la Ley de Lucha contra Morosidad en las Relaciones comerciales, Jordana confió en que la Administración investigue el cumplimiento de la normativa, ya que antes del 31 de diciembre debe presentar un informe con datos concretos ante el Congreso de los Diputados.

HIPERMERCADOS: MEJORES CLIENTES.

Por último, Gil-Bernabé reconoció la importancia de los hipermercados para los proveedores españoles, pero sostuvo que la industria no puede influir en la expansión de las grandes superficies a través de la segunda licencia.

"Los hipermercados son mejores que los supermercados, porque en estos últimos, por motivos físicos, solo entra la marca 'blanca' y otra más", señaló Gil-bernabé. "Me gustaría mucho que progresaran más los hiper y que se extendieran menos lo pequeños supermercados, especializados en su 'marca blanca', pero el problema de la segunda licencia no está en nuestras manos", agregó.

La industria alimentaria contaba en 2005 con 31.824 empresas, lo que representa una caída del 5,2% respecto a las 33.586 del ejercicio precedente. Más del 96% de estas empresas son pequeñas, mientras que tan sólo el 3,44% de las mismas son medianas y grandes, lo que pone de manifiesto el gran grado de atomización del sector de alimentación y bebidas.

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