Pide que el nuevo reglamento de la UE reconozca las prácticas tradicionales del brandy, el pacharán y el ronmiel
BRUSELAS, 24 (EUROPA PRESS)
La ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, propuso hoy que las indicaciones geográficas que se incluyan en el futuro nuevo reglamento de la UE sobre bebidas espirituosas empleen, junto al castellano, también el catalán, el euskera y el gallego, así como que reconozca las especificidades de la elaboración de los licores españoles brandy, pacharán y ronmiel.
Espinosa planteó en el debate que celebraron los ministros europeos sobre el reglamento de bebidas espirituosas que el nuevo texto incluya las Indicaciones Geográficas en las mismas lenguas que a día de hoy están autorizadas en el Reglamento de Autorización, es decir, gallego, catalán y euskera.
La ministra se refirió también a las bebidas espirituosas que se producen en España en una discusión entre ministros que debería haber terminado con el acuerdo sobre un enfoque común de todos los países de la UE, pero que finalmente concluyó sin acuerdo debido a las diferencias por lo que respecta a la definición del vodka.
Señaló que el brandy es la bebida espirituosa que se fabrica en España y pidió que se mantenga la legislación actual para preservar sus características tradicionales. De la misma manera, apostó por que se mantenga la definición del pacharán dentro de la categoría "bebidas espirituosas de frutas" que se reserva para las obtenidas por maceración y solicitó la inclusión del ronmiel, producido en Canarias, dentro de la categoría de "licor" en el proyecto de reglamento.
DEFINICIÓN DE VODKA
Las propuestas españolas no se fijarán de momento en una posición común del Consejo que los ministros no fueron capaces de alcanzar hoy, debido particularmente a las reticencias que existen por lo que respecta a la definición del vodka y después de que la Presidencia finlandesa presentara una propuesta de compromiso que fue rechazada de plano por la Comisión Europea, que siguió defendiendo la suya.
La posición común del Consejo debería haber sido remitida al Parlamento Europeo, que, en calidad de órgano codecisor en este ámbito, debe pronunciarse sobre la propuesta de reglamento en marzo del año que viene.
La intención de la Comisión en relación al vodka era mantener la definición "amplia" y "no restrictiva" vigente desde hace 17 años según la cual existiría una sola denominación de la bebida, con la especificación concreta de los ingredientes con los que está elaborada.
Por el contrario, la Presidencia finlandesa propuso dos tipos de definiciones. Por una parte, sería la de "vodka" estrictamente para la bebida elaborada a base de patata, cereales o melaza de remolacha de azúcar, mientras que toda aquella que no esté fabricada con ninguno de estos tres elementos debería identificar, además de "vodka", sus ingredientes.
Fuentes de la Comisión Europea indicaron a este respecto que este sistema dual de definición es "discriminatorio" y advirtieron que podría provocar denuncias por parte de importadores de terceros países ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Así lo indicó también la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer-Boel, quien en su intervención ante los ministros apuntó que la propuesta finlandesa "limita la definición de vodka al que está hecho a base de patata, cereales o melaza de remolacha de azúcar" y señaló su "preocupación" sobre su adecuación a las normas de la OMC.
Agregó que "tenemos las reacciones de la industria europea y de países terceros, que sugieren que podríamos hacer frente a un litigio si acordamos tal definición", por lo que afirmó que "cualquier restricción de la legislación actual tiene que estar debidamente justificada y ser proporcional".
Fischer-Boel manifestó que la UE tiene que tener en cuenta, no solo su mercado interior, sino el ámbito exterior para evitar "disputas comerciales" y apuntó que la UE exporta vodka a Estados Unidos por valor de 530 millones de euros, mientras que a la inversa, por valor de 5 millones.