Bolsa, mercados y cotizaciones

S&P rebaja la calificación de riesgo de Rusia por primera vez en 10 años

Por si algún inversor todavía tenía puestas sus esperanzas en el famoso desacoplamiento -decoupling, en inglés- de las economías emergentes y las desarrolladas, S&P se encargó ayer de borrarlas de un plumazo. La agencia de calificación rebajó ayer el rating de Rusia -es decir, elevó el perfil de riesgo de su deuda pública- por primera vez en una década, desde el colapso financiero ruso de 1998 y la crisis que la quiebra del hedge fund Long Term Capital Management provocó en las economías emergentes.

Con esta decisión, la calificación de riesgo a largo plazo de Rusia queda en BBB, a dos pasos de caer por debajo del grado de inversión -a partir de BB se considerarían bonos basura- y, además, la perspectiva futura de este rating es negativa, en opinión de Standard & Poor's, lo que parece apuntar a nuevos recortes en un futuro no muy lejano.

Este recorte pone un final abrupto a la década prodigiosa que había vivido Rusia desde 1999. En enero de ese año fue la última ocasión en la que S&P empeoró la nota de crédito de Rusia. Tampoco Fitch ni Moody's, las otras dos grandes agencias de rating, han rebajado ninguna vez la calificación del país: el último cambio a la baja de ambas data de agosto de 1998.

Caída de las reservas de divisas

La fragilidad de la economía rusa y la debilidad de la cotización del rublo son las dos causas principales de la decisión de Standard & Poor's. La agencia asegura en su nota que "el rápido agotamiento de las reservas de divisas extranjeras como método para resistir un ajuste mayor de los tipos de cambio ha incrementado las posibilidades de que ese ajuste sea todavía mayor en el futuro [...] y con mayores consecuencias para el sector privado".

Rusia ha gastado en los últimos meses fuertes cantidades de euros y dólares para intentar sostener su moneda local y Vladimir Putin, primer ministro, insistió la semana pasada en que seguiría haciéndolo si fuera necesario.

S&P tampoco es optimista respecto al futuro inmediato de la economía rusa. En su informe asegura que 2009 concluirá con un déficit por cuenta corriente del 2,6%, un duro golpe en comparación con el superávit del 5 por ciento que se prevé para 2008, provocado en gran medida por el desplome en la cotización del petróleo en los mercados internacionales. El barril de crudo de los Urales se pagaba ayer por debajo de los 40 dólares, frente a los 140 de julio.

De paso, la caída del precio de los combustibles se dejará notar en el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), que caerá "drásticamente" el próximo ejercicio. Tanto que hay expertos que prevén incluso que la economía se contraiga hasta un 4% si no se recupera el precio de las materias primas.

Las malas noticias, sin embargo, no parecieron hacer mella en la Bolsa de Moscú. La recuperación del precio del petróleo permitió que el índice de la bolsa rusa, con una fuerte ponderación del sector energético, terminara el día con una subida del 9,95%, después del ligero traspiés que provocó la publicación de la nota de S&P.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky