
Madrid, 2 dic (EFE).- La banca acreedora de Metrovacesa se hará con el control de la inmobiliaria después de que el principal accionista de la compañía, la familia Sanahuja, le traspase el 54 por ciento de su capital en pago por la deuda que mantiene con estas entidades.
Fuentes financieras conocedoras de las negociaciones aseguraron que el acuerdo se ha cerrado "provisionalmente", a la espera de que obtenga el visto bueno de las unidades de riesgo de las diferentes entidades acreedoras, encabezadas por Banesto, La Caixa, Santander, Caja Madrid, BBVA y Banco Popular.
No obstante, la familia catalana informó hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de que no hay un acuerdo definitivo a pesar de que las conversaciones están avanzadas.
Pese a asegurar que el pacto no es definitivo, la inmobiliaria señala en el comunicado que "el acuerdo incluye una serie de acuerdos complementarios que están siendo negociados entre las partes".
El objetivo de la negociación es encontrar una salida a la deuda de 4.000 millones de euros que contrajeron los Sanahuja con Banesto, La Caixa, Santander, Caja Madrid, BBVA y Banco Popular, entre otros, para hacerse con el 80,1 por ciento de la inmobiliaria.
Actualmente, METROVACESA (MVC.MC) que fue suspendida hoy en Bolsa antes de la apertura de la sesión y cuyos títulos continúan sin poder ser negociados, vale en el mercado 3.482 millones de euros, por lo que el 54 por ciento de su capital equivaldría a 1.880 millones de euros.
De fructificar el acuerdo, el pago se llevará a cabo mediante la cesión a las entidades del 54 por ciento del capital social de Metrovacesa, que aseguró que las financieras actúan de forma "no concertada", ya que en caso contrario deberían lanzar una opa sobre el cien por cien de la paritaria.
Las negociaciones de la familia Sanahuja se unen a las que ha llevado en paralelo la propia Metrovacesa, que cuenta con un endeudamiento financiero superior a 7.000 millones de euros.
La semana pasada la inmobiliaria tuvo que poner a la venta la sede del banco británico HSBC en Londres al no poder hacer frente al crédito de 810 millones de libras (unos 950 millones de euros al cambio actual) que contrajo para adquirir dicho inmueble.