El jefe del gobierno italiano Silvio Berlusconi ofreció el jueves todo su apoyo a Moscú, denunciando "la desinformación" occidental durante la guerra en Georgia y saludando el avance de Rusia "hacia una democracia plena y entera", durante entrevistas en el Kremlin.
"Quisiera que todos los ciudadanos en Europa y en el mundo sepan en que consisten los hechos reales que condujeron a ese conflicto", declaró en una rueda de prensa al término de un encuentro con el presidente Dimitri Medvedev. "El conocimiento de los hechos puede ayudar a la comunidad internacional a superar la desinformación (...) que en su momento alejó a la opinión pública de la realidad", añadió.
Medvedev le agradeció "su posición ponderada y amistosa" durante la guerra, caracterizada por la entrada masiva de tropas rusas el 8 de agosto en Georgia, después de que Tiflis hubiese intentado recuperar a la fuerza el control de su provincia separatista pro-rusa de Osetia del Sur.
"Les deseamos buena suerte en el avance continuo de vuestro país hacia una democracia plena y entera", añadió el jefe del gobierno italiano dirigiéndose a Medvedev.
Berlusconi se reunió luego con el primer ministro Vladimir Putin. Ambos tienen una muy buena relación desde la época en que Putin era presidente de Rusia.
Por otro lado las empresas italianas, ya muy presentes en el sector energético ruso, firmaron una serie de contratos en el Kremlin, especialmente Pirelli, para la construcción de una fábrica de neumáticos mediante una inversión de 300 millones de euros. El petrolero Lukoil y el grupo italiano Erg confirmaron el anuncio hecho en junio acerca de una participación minoritaria del grupo ruso en una refinería en Sicilia. "La inversión total asciende a 1.300 millones de euros", declaró el patrón de Lukoil, Vagit Alekperov.