
Corría mayo de 2012 cuando la red social más famosa del mundo tocaba la campana por primera vez en Wall Street. Desde entonces, Facebook no ha cerrado ni un sólo ejercicio en negativo y sus cuentas no han dejado de incrementarse. Sin embargo, en todos estos años su dependencia de la publicidad no ha hecho otra cosa que crecer. En la jornada de ayer fue noticia por la multa de 110 millones interpuesta por la Comisión Europea, algo que no equivale ni al 0,4% de sus ingresos de 2016.
La tecnológica protagonizó la mayor salida a bolsa para una compañía de Internet y debutó con una capitalización mayor a la de otras firmas tradicionales como Disney. Sus títulos, que arrancaron a un precio de 38 dólares, han multiplicado su precio por casi cuatro veces al revalorizarse cerca de un 290%, hasta rozar los 145 dólares. Todo ello gracias a que no ha pinchado ningún año y en todos ha sumado más de un 10%, salvo en 2016.
Sólo en los meses que cotizó en su año de estreno, sus títulos contaron con un alza de más del cien por cien. Sin embargo, dichas subidas no han mermado la confianza del mercado que considera que podría volver a máximos históricos. Y es que, sitúan su valoración justa en bolsa en los 171,93 dólares, lo que significa un potencial de más del 17%.
La firma puede presumir de que, junto con Alphabet, matriz de Google, se reparte la mayor parte del negocio publicitario de todo el mundo. Según el informe Top 30 Global Media Owners de Zenith, el 20% de los beneficios de este negocio fueron a parar a las manos de ambas tecnológicas. Sin embargo, mientras que el buscador de Internet ha tratado de diversificar su negocio, la red social no ha hecho otra cosa que incrementar su dependencia de dicho mercado.
Un 97,3% en 2016
Y es que el peso del segmento publicitario en las cuentas de Facebook no ha dejado de crecer desde que la firma tocara la campana en Wall Street. En concreto, en 2012 su peso se colocaba en el 84,1%, mientras que el pasado año, según datos de Bloomberg, ascendió hasta el 97,3%.
Con todo ello, desde JP Morgan señalan que "el alcance y el compromiso masivo de la compañía siguen impulsando sus efectos en la red y sus habilidades de segmentación proporcionan un valor significativo a los anunciantes". Aún así, desde el banco de inversión estadounidense consideran que "todavía es temprano para el desarrollo de la plataforma publicitaria de Facebook, incluyendo una mejora continua en la capacidad de publicidad y medición, así como un cambio hacia los anuncios con formatos de mayor calidad, que creemos que serán cada vez más valiosos para los anunciantes".
Un camino inverso al emprendido por Alphabet con una salvedad precisamente en 2012. En ese ejercicio, los ingresos que provenían de Motorola entre otras divisiones, significaban para la firma más de un 8 por ciento, frente al 87% de la publicidad. Un año después, el negocio publicitario ascendía hasta el 91 por ciento, para ir cediendo terreno a otras divisiones y situarse en el 87,9% de 2016.
Al cierre del primer trimestre, desde JPMorgan indicaban, haciendo referencia a las cuentas de Alphabet, que estimaban que "el crecimiento global de la publicidad sigue siendo fuerte, con mejoras continuas en la búsqueda a través de los dispositivos móviles", en los que se están haciendo mejoras como pueden ser los "anuncios de texto ampliados".
Sin embargo, parece que el importante peso que la publicidad tiene tanto en las cuentas de Alphabet como en las de Facebook no inquieta al consenso de mercado que, de forma mayoritaria, recomienda comprar los títulos de ambas firmas, sobre los cuales sólamente recae una valoración negativa, respectivamente.