
El mercado americano cada vez duda más de la capacidad de Donald Trump para llevar adelante su reforma fiscal. Buena muestra de ello es que el repliegue de velas que ha vivido el S&P 500 en las últimas semanas ante las perspectivas de que el beneficio de las compañías estadounidenses no reciban el empujón de la reforma fiscal ha provocado que el índice estadounidense se haya visto superado por el EuroStoxx 50. Pese a la corrección que vivieron las principales plazas europeas el lunes, el selectivo europeo de referencia todavía se anota un 5,5% en el año. Una cifra que ya bate al S&P 500, que ha perdido fuelle en las últimas semanas ante la demora en la aprobación de la reforma fiscal de la nueva Administración y ha visto limitadas sus ganancias en el año hasta el 5,1% en el mismo periodo.
La bolsa europea ha logrado trasladar las mejores perspectivas que manejaban los analistas desde hace un tiempo al parqué. Y es que el consenso de mercado espera un crecimiento de beneficios más sólido a este lado del charco. Mientras que las firmas del EuroStoxx 50 verán un incremento de sus ganancias del del 28,6% en 2017, en el caso de los componentes del S&P 500 el aumento es del 15%.
Una fortaleza del Viejo Continente a la que se une su descuento por PER. A lo largo de la década el EuroStoxx 50 ha cotizado con un descuento del 6% frente al S&P 500, y que se ha ensanchado hasta el 16% actual. No en vano, mientras que el selectivo europeo de referencia recoge 18,2 veces los beneficios esperados para 2017, en el caso del S&P 500 esta cifra se amplía hasta las 21,7 veces.
El rally del índice europeo también le permite superar al S&P 500 desde la fecha de la celebración de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y a un año vista, en el que se anota un 17,6% frente al 13,6% del S&P. Desde el 8 de noviembre, elEuroStoxx se dispara un 14,8%, al tiempo que el índice americano conserva avances de doble dígito -sube un 10%-.
Las 'utilities' toman el relevo
Tras este empujón en bolsa, el EuroStoxx parte con ligera ventaja para batir al S&P 500, algo que tan solo ha logrado en tres ocasiones en los últimos diez años, la última en 2015 -ver gráfico-. Buena parte del avance ha recaído sobre una banca que ha paralizado sus ascensos por el enfriamiento de las expectativas de subidas de tipos en la zona euro -el mercado ha pasado de descontarlas para finales de 2017 a situarlas ahora en junio de 2018-. De hecho, las utilities han tomado el relevo la banca a la hora de tirar de los índices europeos en las últimas semanas. Es el sector más alcista en el último mes -escala un 3,3%-, en los que ha celebrado la relajación del mercado de deuda. Desde su máximos a 12 meses que marcó en el 1,91% en marzo, la rentabilidad del bono español a 10 años ha descendido hasta cerrar este lunes en el 1,64%.
S&P mejora la perspectiva a la gran banca
Apenas tres días después de mejorar las perspectivas del 'rating' del Reino de España, Standard & Poor's, ha hecho lo propio con BBVA y Santander Consumer Finance, la filial de la entidad cántabra. La agencia de calificación ha mejorado en ambos casos de 'BBB+' con perspectiva "estable" a "positiva". Además, la entidad dejó abierta la posibildad de futuras mejoras del 'rating' de las dos entidades "en los próximos 12-24 meses" en caso de revisión al alza de la nota para España.