
Nueva York, 23 oct (EFE).- La Bolsa de Nueva York mantenía hoy en la apertura un comportamiento muy volátil y oscilaba entre las pérdidas y las ganancias con los inversores preocupados por una recesión mundial.
El índice Dow Jones de Industriales, subía 32,9 puntos (0,39%) y se situaba en las 8.552,11 unidades, después de que el miércoles cerrara con un descenso del 5,69 por ciento.
El S&P 500 avanzaba 1,78 puntos (0,2%) hasta los 898,56 enteros, pero se mantenía por debajo de la cota de los 900 puntos.
En cambio, el mercado Nasdaq, donde cotizan numerosas empresas de tecnología e internet, bajaba 2,13 puntos (-0,13%) y se situaba en 1.613,62 unidades, mientras que el índice compuesto NYSE, que agrupa todos los valores cotizados en la Bolsa de Nueva York, descendía 11,22 puntos (-0,2%) y se situaba en 5.619,25 unidades.
La Bolsa abrió al alza con los inversores a la búsqueda de gangas tras el fuerte descenso que sufrió la Bolsa el miércoles, pero después se mostraba indecisa, pues los inversores están preocupados por los resultados empresariales y por si la economía mundial entra en recesión.
Wall Street tomó nota de los datos difundidos por el Departamento de Trabajo, de que la cifra de solicitudes de subsidio por desempleo aumentó en 15.000 la semana pasada y se ubicó en 478.000, engrosada por unos 12.000 pedidos relacionados con el huracán "Ike".
Además, los inversores conocieron hoy que los trámites de ejecución hipotecaria disminuyeron un 12 por ciento en septiembre, comparado con agosto, pero aumentaron un 21 por ciento comparado con septiembre de 2007, informó hoy RealtyTrac, una empresa que recopila este tipo de datos.
Las obligaciones a diez años bajaban en el mercado secundario de la deuda y ofrecían una rentabilidad, que se mueve en sentido contrario, del 3,6 por ciento, frente al 3,59 por ciento del cierre del miércoles.
Por otro lado, el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, que compareció hoy ante el Congreso, dijo que Estados Unidos está en medio de "un tsunami crediticio", y que las turbulencias financieras le han dejado a él "en estado de estupor".