
Zaragoza, 3 feb (EFE).- El grupo alimentario catalán Guissona abrirá en Épila (Zaragoza) un nuevo centro de producción en el que prevé invertir 400 millones de euros y crear 4.000 empleos cuando complete el complejo, en un plazo de entre diez y doce años.
Así lo han anunciado el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el de BonÁrea, Jaume Alsina, tras firmar el convenio de colaboración que permitirá al grupo replicar en Épila su centro de producción "La Closa" de Guissona (Lérida), lo que exigirá 500 nuevas tiendas en el que será otro paso del grupo para llegar a Madrid, Levante y el norte de España, según ha explicado Alsina.
Lambán ha asegurado que la implantación de BonÁrea en Aragón significa que la comunidad está definitivamente "con fuerza" en el mapa de la agroalimentación en España con un centro que pasa a ser "una especie de Opel" en este sector, porque su relevancia es solo comparable a la llegada de la compañía automovilística a Figueruelas (Zaragoza) en 1982.
Alsina ha destacado que BonÁrea es el último eslabón de una cadena que empezó hace 58 años desde una modesta cooperativa que comenzó dando suministros a ganaderos y que pronto vio que la comercialización era lo más importante que podía aportar al sector.
Con ese objetivo, ha añadido, se levantó el centro alimentario de Guissona, cuya producción va en un 80 por ciento a las tiendas propias, ya que se sacrifican 175.000 animales diarios que se transforman en un millón de unidades de paquetes con la descripción del género y el precio preparados para las tiendas.
La línea más relevante es la cárnica, pero también tiene una central lechera de última generación, una línea de postres lácteos, de pan diario, de caldos y cremas, envasados de aceite, vino y zumos o platos cocinados, y todo ese "tinglado", ha indicado, exige enormes almacenes, centenares de camiones que entran y salen del centro y unos 4.000 empleados.
Todo eso, "corregido y mejorado", es lo que se pretende hacer realidad en Épila y requiere, ha indicado, un importante compromiso en la inversión, prevista en 400 millones de euros, que para el grupo, que se autofinancia, es asumible en un periodo de diez a doce años.
"Gastaremos el dinero necesario" y la previsión, ha precisado Alsina, es que las obras empiecen en 2019 y comenzar con la contratación de los primeros trabajadores en un primer centro de distribución para posteriormente poner en marcha los mataderos, posiblemente de aves el primero, y también de porcino, salas de despiece y de productos elaborados.
El grupo reemprende así un proyecto que ya quiso impulsar entre 2008 y 2010 con la compra de una finca en Épila, localidad escogida para su nuevo centro por su situación "ideal" en España para abastecer el norte, el centro y Levante, según ha explicado Alsina, quien ha asegurado que no tiene que ver en absoluto con la situación política en Cataluña. "Nosotros nunca nos metemos en política", ha enfatizado.
Lambán, por su parte, ha remarcado que las previsiones del impacto que tendrá son imposibles de describir a veinte años vista, pero las cifras de empleo y de inversión son "apabullantes" y el Gobierno de Aragón ayudará a su implantación.