
Londres, 13 oct (EFE).- El primer ministro británico, Gordon Brown, dijo hoy que la ayuda del Gobierno para aumentar la liquidez de los bancos, de unos 37.000 millones de libras (46.472 millones de euros), "no tiene precedentes" y es "esencial para todos".
En una rueda de prensa en su residencia oficial del número 10 Downing Street, Brown señaló que en este momento de crisis financiera, el Gobierno debe ser la "roca de la estabilidad".
"En momentos extraordinarios, con mercados financieros que dejan de funcionar, el Gobierno no puede dejar a la gente sola", subrayó el jefe del Gobierno junto al titular de Economía, Alistair Darling.
El Royal Bank of Scotland (RBS) informó hoy de que ha aceptado la ayuda del Gobierno para incrementar su liquidez en 20.000 millones de libras (25.205 millones de euros), mientras que el HBOS y el Lloyds TSB han optado por una solución mixta que mezcla los fondos públicos con la búsqueda de capital entre inversores privados.
"Para los ahorradores, para las pequeñas empresas y para los propietarios de viviendas, debemos ser, en un mundo incierto e inestable, la roca de la estabilidad de la que pueda depender la población británica", puntualizó Brown.
El primer ministro calificó de "excesivos" los altos riesgos que asumieron las instituciones financieras para obtener beneficios sin muchas veces contar con el capital adecuado.
"En este momento de incertidumbre -dijo-, queremos que los bancos británicos puedan estar en posición de liderar el mundo, que sean fuertes y tengan capital como cualquier otro en el mundo".
Brown indicó que los bancos que reciben dinero público tendrán que cumplir con condiciones para "asegurar que el contribuyente recibe un trato justo" y se pone fin a la recompensa del fracaso.
Agregó que las juntas de administración de estas instituciones no recibirán primas este año y que estas pagas dependerán en el futuro del resultado de buenas gestiones.
Además, Brown dejó claro que esta ayuda de fondos no supondrá que el Gobierno será un inversor permanente en los bancos.
"El Gobierno no será un inversor permanente. Con el tiempo, tenemos intención de eliminar todas estas inversiones de una forma ordenada", agregó Brown, quien insistió en que el objetivo de todo esto es estabilizar el mercado financiero.
"Para este Gobierno -señaló-, y creo que para todo el país, la idea que le guía es la recompensa justa por un trabajo duro, esfuerzo y empresa, no incentivos por irresponsabilidades o un excesivo riesgo por los que el resto de nosotros hemos pagado".
Además, Brown indicó que no se pagarán dividendos hasta que las acciones preferentes del Gobierno hayan quedado redimidas.
En el caso del Barclays, el banco finalmente recurrirá a sus accionistas para ampliar capital en 6.500 millones de libras (unos 8.188 millones).
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