
Las campañas promovidas por los gobiernos occidentales con el objetivo de reducir el consumo de tabaco han logrado reducir la cantidad de cigarrillos que cada humano fuma cada día. Así, tras el ascenso imparable del número de cigarrillos consumidos en el mundo experimentado entre los años 60 y el comienzo del nuevo siglo, en los que el número de unidades consumidas anualmente casi se triplicó, al pasar de 2,12 billones en 1960 a los 5,5 billones en el 2000, las iniciativas emprendidas para reducir su consumo han provocado que, pese a que la población se haya incrementado en un 18,2% desde 2000, el número de cigarrillos consumidos se haya mantenido prácticamente plano -apenas sube un 5,5%-, según los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, los principales fabricantes de cigarrillos del mundo avanzan a estas alturas de año con importantes subidas que han llevado a que sus acciones exploren nuevos máximos históricos. La compañía del sector más alcista en lo que va de 2016 es la indonesia Gudang Garam, que repunta un 20,9%. La tabacalera, que capitaliza alrededor de 9.400 millones de euros ha aprovechado el empuje de la clase media en el cuarto país del mundo con mayor número de habitantes -260 millones-. No en vano, sus beneficios se han disparado 25% en los últimos cinco años. Una tendencia que podrái acelerarse en el futuro ya que, tal y como prevé el consenso de mercado recogido por FactSet, sus ganancias se elevarán un 35% en el próximo trienio.
Los tres gigantes del sector con sede en Estados Unidos ?Altria, Philip Morris y Reynolds- también se apuntan a estas alzas. A pesar de que el país norteamericano es el que más ha reducido su consumo de cigarrillos desde comienzos de siglo ?se ha reducido un 15% desde el año 2000-, estas firmas han sabido expandirse más allá de sus fronteras y aprovechar así la mayor demanda de cigarrillos en los países emergentes.
Así, Philip Morris, propietaria de L&M, y British American Tobacco, que cuenta con Lucky Strike como buque insignia, avanzan casi un 12% en lo que va de año. Entre las claves del éxito de la segunda se encuentran su fuerte exposición a países emergentes -Brasil y Rusia son el segundo y el tercer país que más ingresos aporta al grupo, un 7% cada uno-, así como una estrategia de optimización de costes que le ha permitido elevar sus beneficios un 75% en los últimos cinco años a pesar de que su facturación tan solo avanzaba un 3%.
La compañía ha reducido su plantilla un 40% en los últimos 15 años, hasta situarla en los 87.000 trabajadores, un esfuerzo que podría no detenerse ahí, ya que la firma anunció recientemente un nuevo recorte de plantilla en su factoría situada en la localidad alemana de Bayreuth y que afectará a casi 1.000 empleados. La compañía achaca este ajuste al "exceso de regulación", así como a la desviación de buena parte de la demanda hacia el tabaco de liar, que requiere menor elaboración, por su fiscalidad más favorable.
Altria, que se escindió de Philip Morris hace ocho años y que cuenta con Marlboro como marca más emblemática, se anota un avance del 6% en lo que va de año. Los analistas prevén que cierre el año con unos beneficios de 5.287 millones de euros, cifra que aumentará casi un 30% en el trienio. La compañía sacará partido a la fusión a la compra de AB InBev por parte de SABMiller y que creará la mayor compañía del sector, ya que cuenta con una participación del 27% sobre esta última.
Reynolds American, propietaria de Camel, es la que menos avanza del sector, un 2%, debido al fuerte rebote del 50% que experimentó en 2015, ejercicio en el que hizo públicos unos beneficios que se triplicaron respecto al año anterior hasta alcanzar los 2.930 millones de euros. Esta tendencia al alza en sus beneficios podría mantenerse en el tiempo, ya que, tal y como prevén los analistas que siguen a la compañía, sus beneficios se dispararán un 19,8% en el próximo trienio, lo que le ha valido para lucir recomendación de compra, a diferencia de sus tres principales competidores, que cuentan con consejo de mantener. Los analistas le otorgan el mayor potencial de revalorización del sector, un 12,5%, frente al 3% con el que cuentan Philip Morris y British American Tobacco o el 7% de Altria.