El deporte ha estado muy de moda a lo largo de 2016. Además de las competiciones anuales normales delas distintas competencias, la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro han congregado a millones de deportistas y de espectadores. Sin embargo, aunque no se haya colgado medallas o levantado copas de oro, la triunfadora ha sido Nike. El consenso de mercado espera que el presente ejercicio sea uno de récord para la estadounidense en lo referente a sus cuentas.
En concreto, la media de analistas de Bloomberg cree que la firma de ropa deportiva logrará cerrar el año con una cifra de negocio que, por primera vez en toda su historia, supere los 35.000 millones de dólares. De cumplirse las previsiones, la compañía habría visto como en 2016 sus ventas habrían crecido con respecto a 2015 en un 8,22%. Desde JPMorgan señalan que "dado el fuerte valor de marca y la innovación continua de productos, creemos que contará con un crecimiento anual de ingresos de alrededor del 10 por ciento hasta 2018". Igualmente el banco le pone de meta los 50.000 millones en 2020.
El mismo escenario se repite en cuanto al beneficio neto que la compañía logrará acumular al cierre del 2016 que, al superar los 4.000 millones, será el más alto visto en sus cuentas con un incremento frente al año anterior del 8,35%. Todo ello a pesar de que su margen neto sólo se habría incrementado en estos doce meses del 11,61% al 11,63%. Es decir, de cada 100 dólares que ingresa 11,63 van destinados al beneficio. Un dato que sí verá un incremento mayor de cara a 2017, cuando se colocará por encima de los 12 dólares.
El Brexit pasó prácticamente inadvertido por la firma deportiva. Desde Hilliard Lyons señalan que "la presencia global de la compañía y su fuerte marca juegan un papel importante en la limitación de los posibles efectos negativos de una posible desaceleración económica en los mercados de Reino Unido". Sin embargo, la vorágine vendedora que sucedió al referéndum coincidió con su presentación de resultados trimestrales que, aunque su beneficio neto fue de 3.760 millones de dólares, un 15% más respecto al curso anterior, el mercado se vio decepcionado y rebajó su precio objetivo de media un 5,5% aunque Nike apenas se vio penalizada en el parqué. Y es que, aunque en el mercado local sus ventas no crecieron significativamente, "tanto en Europa como en China vivió un fuerte impulso", aseguraban desde Goldman Sachs.
No peligra su recomendación
Dicha reducción en su precio objetivo no impide que cuente todavía con un recorrido alcista a doce meses vista de más del 15% ya que su valoración justa en bolsa se coloca en los 65,9 dólares.
Sin embargo, su recomendación sí que se ha visto deteriorada ligeramente aunque de momento no peligra el fuerte consejo de compra que defiende desde septiembre de 2013. Y es que, el 66,7% de los consejos que se emiten sobre sus títulos son de compra mientras que ninguno de ellos es de venta.
Si la situación no cambia, 2016 será el primer año en que la compañía no logre cerrar en positivo. Hasta la fecha cede en el parqué algo más de un 8% tras cerrar 2015 con una subida del 30% y 2014 revalorizándose casi un 22,3%.
Con todo ello, Nike (NKE.NY)ha conseguido reducir su PER (las veces que el beneficio se encuentra dentro del precio de la acción) desde las 24,2 veces de 2015 a las 22,2 de 2016. Es decir, quien compre ahora un título de la firma, tardaría poco más de 22 años en recuperar su inversión por la vía del beneficio.
Oportunidad por técnico
Para Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, la compañía "está llevando a cabo una corrección del todo normal en las últimas fechas, lo que significa una importante oportunidad de compra". Y es que, la firma presentaría un deterioro de su cotización si pierde los 54 dólares, algo que para el experto "es muy poco probable". Por lo tanto, "el rebote desde esa zona de soporte podría llevarla de nuevo a sus altos históricos situados en los 68 dólares", concluye. Por lo tanto, desde su cotización actual todavía podría presentar un avance del 18,7%.