
Madrid, 19 ago (EFE).- Más de medio millar de operarios están inmersos en las obras de remodelación de la línea 1 de Metro de Madrid, la más antigua del suburbano madrileño, donde a través de un trabajo artesanal tratan de dar a los túneles el mismo acabado que tendrían si hubieran sido excavados con la famosa tuneladora.
La boca de metro de Tribunal sigue siendo un punto de encuentro para los madrileños dispuestos a hacer planes por el barrio de Malasaña.
En el interior de la estación, continúan las idas y venidas de pasajeros, pero sólo en los tornos y los andenes de la línea 10.
La línea 1 (que es la otra que transcurre por Tribunal) lleva cerrada al público desde el pasado 3 de julio, cuando comenzaron las obras de remodelación del tramo comprendido entre Plaza de Castilla y Sierra de Guadalupe y que previsiblemente acabarán el próximo 12 de noviembre.
Sin embargo, aquí la vida es ahora más frenética que antes, cuando podían circular los trenes, a causa del trabajo incesante de los operarios.
El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, ha acudido hoy a esta estación para supervisar las obras en una visita programada para los medios de comunicación.
Ataviado con un chaleco y un casco protector -al igual que los periodistas, cámaras y fotógrafos que lo han acompañado-, ha recorrido algunos metros del túnel, cuyo suelo se ha revestido de lona para la ocasión.
En otras estaciones asegura que los escombros alcanzan el metro de altura, lo que dificulta mucho la circulación de personas.
En los paneles luminosos donde se anuncia la llegada de trenes, un mensaje recuerda que el andén está sin servicio por obras, aunque no hay más que echar un vistazo alrededor para darse cuenta.
Las plataformas donde los viajeros aguardan la llegada de los convoyes están ahora cubiertas de polvo y de material de obra.
En uno de los extremos está emplazado el sistema de ventilación y renovación del aire.
En varios puntos de la plataforma aguardan los rollos de PVC y las mallas de acero que se están usando para revestir el túnel y que ya se han instalado en parte.
Más de 500 obreros trabajan en las 23 estaciones afectadas por las obras de la línea 1 repartidos en tres turnos, las 24 horas al día y los siete días de la semana.
Tras finalizar las tareas previas, que incluyen el desmontaje de las instalaciones y la protección de la vía, han iniciado las tareas de consolidación e impermeabilización del túnel.
Y es que las filtraciones de agua son una constante en todas las estaciones de la línea 1 de Metro.
En el caso de la de Tribunal se puede apreciar perfectamente por los charcos que recorren de forma salteada el interior de la vía de tren.
En las paredes del túnel se entremezclan materiales superpuestos a lo largo de la historia de esta línea, fundamentalmente ladrillo, mampostería y hormigón de baja calidad.
En estos momentos, en la estación de Tribunal los operarios continúan picando manualmente los muros para retirar las partes más deterioradas y poder inyectar hormigón en las cavidades.
En algunas zonas han empezado a colocar los rollos de PVC y las mallas metálicas con la intención de crear una base firme sobre la que configurarán el revestimiento final de hormigón con la técnica del gunitado.
Consiste en proyectar este material sobre el techo y las paredes con un cañón o manguera a alta presión, algo parecido al gotelé.
De esta forma, pretenden renovar los túneles de la línea 1 para que luzcan el mismo aspecto que tienen los que han sido excavados en las estaciones de reciente construcción con la tuneladora.
Un trabajo eminentemente artesanal en pleno siglo XXI para una línea de casi cien años de antigüedad y que con sus 85,4 millones de viajeros es la segunda con mayor tránsito del suburbano madrileño.