Todos los mercados se mantienen atentos a la aprobación o no del plan de recompra de activos dañados propuesto por el Gobierno de EEUU. El mercado de materias primas no es menos ya que puede sufrir más, al menos en el corto y medio plazo, ante la incertidumbre del rescate financiero y el deterioro que sufrirá la economía americana y mundial.
En caso de producirse esta temida desaceleración, lo primero que se resentiría sería el consumo energético de empresas y familias, con los efectos que esto podría tener en el precio del crudo.