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Norwegian Cruise Line y Royal Caribbean: embarcarse en un crucero, garantía de doblar beneficios

Norwegian Cruise Line y Royal Caribbean, dos de las mayores firmas de cruceros, verán duplicadas sus ganancias en los próximos tres años. El sector mira con atención a China, un mercado que de cara al próximo año puede convertirse en el segundo a nivel mundial. Otro filón es Cuba, país en el que esperan estar navegando en 2017.

La industria de los cruceros está dominada por tres compañías que en conjunto controlan alrededor de un 75 por ciento del mercado. Dos de ellas son Norwegian Cruise Line y Royal Caribbean, cuya cuota de mercado es del 12% y del 22%, respectivamente. Y elEconomista no es ajeno a esto. Tanto es así, que dos de sus herramientas miran a estas firmas, que forman parte del Eco30 y se encuentran entre los valores en radar de elMonitor. Y es que el futuro del sector en general, y concretamente el de estas dos compañías estadounidenses, no pinta nada mal.

Las ganancias de ambas se duplicarán en sólo tres años, un factor importante para JP Morgan, que cree que la industria "está preparada para un significativo crecimiento en 2016 y 2017" y ve la inversión en este sector como "una oportunidad atractiva". De hecho, el consenso de mercado otorga a ambas un claro consejo de compra y sitúa su potencial alrededor del 50%, tras las caídas en bolsa que acumulan desde que comenzara el año -en torno al 30%-.

Los beneficios de Norwegian Cruise Line superarán los 1.300 millones de dólares en 2018 tras los 663 millones presentados el pasado año. En el caso de Royal Caribbean el reto es mayor. Tras ver como sus ganacias disminuyeron en 2015 casi un 13% respecto al año anterior, en el presente ejercicio no sólo volverán a crecer, sino que llegarán a duplicarse hasta llegar a los 1.345 millones de dólares, una cifra que continuará al alza en el trienio, hasta situarse en los 1.750 millones de dólares en 2018.

Y esto afectará directamente al PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción), que logrará reducirse en torno a la mitad de aquí a tres años.

Gran parte de este crecimiento se debe al impulso que este tipo de viajes están teniendo en China, país al que el sector mira atento. El gigante asiático "puede convertirse en el segundo mercado mundial tras EEUU en 2017", según señala Caroline Reyl, gestora del Pictet Premium Brands. Precisamente, el potencial de China es el crecimiento que está demostrando en los últimos años. Si en 2014 el mercado de los cruceros creció un 49%, en el pasado año lo hizo un 43%. Además, recalcan desde UBS, "el precio de los billetes y el gasto a bordo son más elevados en China que en cualquier otra parte del mundo". De hecho, algunas firmas de cruceros ofrecen a los viajeros créditos a bordo para estimular aún más la demanda. Según Barclays, dos tercios del crecimiento vendrán del país del dragón rojo.

Pero este mercado no es el único foco de atención. Cuba también representa otro de los mayores destinos emergentes para el sector. Aunque la entrada en el país se encuentra actualmente a la espera de aprobación del gobierno cubano, JP Morgan confía en que el sector se desplegará allí a principios de 2017. Las relaciones con EEUU parecen encaminadas al fin del bloqueo, lo que podría suponer una fuente de ingresos para la industria turística y "favorecer a los cruceros como la forma de visitar la isla en el medio plazo", afirma UBS, a la vez que consideran que estas operadoras "pueden construir sus infraestructuras en un periodo de tiempo mucho más rápido que los hoteles".

Asímismo, la inclusión de Cuba en los itinerarios supondrá una prima en el precio de los billetes además de aumentar las ventas en aquellos cruceros que realicen visitas por la costa del país -prosiguen desde UBS-, aunque reconocen que aún es pronto para cuantificarlo.

No todo va viento en popa para este sector, que también presenta debilidades. Una de ellas es el mercado europeo, donde la demanda de cruceros ha descendido en los últimos meses y en el que los pasajeros suelen reservar con menos tiempo de antelación para así pagar menos en el precio de las entradas y cuyo gasto a bordo también es menor, apunta JP Morgan. "Una desaceleración en la demanda de cruceros podría impactar negativamente en el precio", ya que daría como resultado "probablemente un aumento en la promoción de los paquetes vacacionales", lo que tendría "un impacto negativo en la rentabilidad del negocio", plantea la firma de análisis estadounidense.

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