
"Es miércoles a mediodía, el oro sube, aunque sin demasiada fuerza, y con lo movido que está el mercado la previsión es que suba aún más... ¡y a pesar de todo mi 'warrant call' -alcista- sobre el oro cae!". La amarga queja es de un 'broker' que opera habitualmente con este tipo de derivados. "No es que una situación así sea imposible", continúa, "si miro mis pantallas, los factores que influyen en su precio están jugando a mi favor, pero, ocurre todo lo contrario".
El warrant del que habla el operador es un call a 800 dólares sobre el oro con vencimiento en diciembre -eso significa que el poseedor de este derivado podrá comprar una onza de oro por 800 dólares el día del vencimiento del contrato-, emitido por Société Générale (GLE.PA). Y la causa de las pérdidas que reflejaba el miércoles 17 de septiembre a mediodía era una rebaja en la volatilidad, a pesar de que el mercado esperaba que la volatilidad del precio del oro se incrementase en el futuro, al menos según indicaba el CBOE Gold Volatility -un índice del mercado de derivados de Chicago, que mide la volatilidad del oro a 30 días-. Los cambios en la volatilidad de estos productos afectan directamente al precio.
El responsable de un creador de mercado de warrants explica que "la volatilidad no es sino la desviación típica de la rentabilidad del precio del spot -el precio del oro en el mercado-, y lo que interesa para el warrant es la volatilidad a futuro". Este mismo responsable señala que "es el creador de mercado el que fija el valor de la volatilidad, basándose en la situación del mercado, la evolución de las opciones sobre el subyacente y el propio sentimiento del operador que en ese momento esté gestionando el warrant". Además, esta persona asegura que "modificar la volatilidad sirve para atraer a inversores". Rebajarla puede perjudicar a aquellos que ya tengan uno de estos derivados en cartera, pero aumenta el atractivo para los que están interesados, pero fuera del mercado.
Cambios frecuentes
En el caso de este creador de mercado, "lo normal es que las volatilidades se muevan pocas veces a la semana, aunque se acelera en momentos de tensión". En el de Société Générale, según explica Adrián Juliá, director de Productos Cotizados de la entidad, los cambios son mucho más habituales: "SG actualiza la volatilidad de sus warrants tan pronto observa que se han producido cambios en el mercado de referencia". "Creemos que es la manera más transparente de hacer creación de mercado", concluye.
Ese día 17, durante la mañana, SG redujo en 2,5 puntos porcentuales la volatilidad de warrant call a 800 dólares con vencimiento el 19 de diiembre. La volatilidad quedó así en el 32,75% y la decisión provocó automáticamente un descenso del precio de dos céntimos de euro, un 5,7%. Juliá señala que, desde el día 15 de septiembre, las volatilidades sobre el oro tenían una tendencia bajista, que SG trató de reflejar en sus warrants. El CBOE Gold Volatility, sin embargo, había subido el día anterior 1,72 puntos, hasta 40,18 puntos (cada punto del índice representa uno porcentual). Los warrants de BNP Paribas no vieron su volatilidad modificada e incluso con la ligera subida que en ese momento reflejaba el oro, apenas medio punto porcentual, su precio subía, al contrario que el de SG.
Juliá resalta que "la volatilidad no tiene por qué ser la misma si el plazo de vencimiento es distinto", y mientras el warrant en cuestión todavía tenía un plazo de tres meses hasta su extinción, el índice de volatilidad solo la mide a 30 días. El broker, sin embargo, asegura que "aunque es cierto que los niveles de volatilidad no tienen por qué coincidir, la tendencia al menos debería ser bastante similar".
A lo largo de ese mismo día 17, SG volvió a revisar en al menos dos ocasiones los niveles de volatilidad de los warrants del oro, esta vez al alza como consecuencia de la explosión alcista de la onza de oro en el mercado. El CBOE Gold Volatility Index, a su vez, subió durante la tarde española más de 10 puntos.
El broker asegura que "esos cambios en las volatilidades contra la tendencia del mercado perjudican notablemente al inversor, especialmente al que opera a corto plazo, porque rebajan artificialmente los precios". Y asegura que la situación que se dio el jueves "está lejos de ser esporádica, se repite con frecuencia, especialmente en los warrants con menos liquidez".