
El Brexit es otra china en el zapato de la recuperación global, ya de por sí amenazada por "elevados riesgos" y las "debilidades críticas" de la economía. Ese es al menos el diagnóstico de la escuela de negocios Esade, que en su informe económico y financiero del primer semestre de 2016 alerta de las posibles consecuencias de una mala solución a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, que es "la mayor amenaza para España y Europa", según señaló ayer el director y profesor de Economía y Finanzas de la escuela, David Vegara.
El Brexit podría dificultar la integración política y fiscal de la UE y afectar a la economía -especialmente a la británica-de forma negativa. Para Europa la mayor amenaza es política, defendió el profesor de Esade y coautor del estudio, Josep Comajuncosa. Desde el punto de vista de los mercados financieros, Esade augura jornadas de volatilidad en los próximos meses pero, dicen, a medio y largo plazo puede haber una interrupción del comercio internacional que afectará más a Reino Unido que a la UE.
En ese sentido, Vegara explicó que le sorprendería mucho que a los británicos les fuera bien fuera de la UE y admitió un liderazgo europeo "manifiestamente mejorables".
Respecto a las turbulencias financieras, para mitigar su traspaso a la economía real, la escuela recomienda políticas que apoyen la fluidez del crédito y una política fiscal más laxa por parte del Banco Central Europeo (BCE). Eso sí, a cambio, los Gobiernos deben proseguir con las reformas estructurales para reducir la deuda y el déficit fiscal, aunque ese ajuste debe hacerse "gradualmente" y con políticas fiscales "no demasiado restrictivas", ya que esto "podría afectar negativamente al crecimiento", señalan en Esade. Preguntado al respecto por el caso español, Vegara destacó que, aunque es cierto que la velocidad de reducción de deuda y déficit públicos debe acompasarse, el verdadero foco de discusión no es si Bruselas otorga o no un año a España para cumplir, sino cómo lograr ajustar las deficitarias cuentas públicas.