
Shanghái, 30 jun (EFE).- Iberia avanza en su objetivo de convertirse en una compañía más global, tras el desembarco en Asia, con vuelos a China y próximamente a Japón, en una coyuntura marcada por la incertidumbre del "brexit", que espera no afecte sus planes de crecimiento.
El presidente ejecutivo de IBERIA (IBLA.MC) Luis Gallego, aseguró hoy que la decisión de los británicos de abandonar la UE, el llamado "brexit", presionará a corto plazo sobre los ingresos de la aerolínea española, por lo que "no va a ser un año fácil, aunque estamos convencidos de que podemos capear perfectamente el temporal".
Gallego matizó a los medios españoles, con motivo del vuelo inaugural de Iberia a Shanghái, que, en el largo plazo, el "brexit" no va a tener incidencias en el negocio, mientras que a corto plazo "estamos sufriendo un período de incertidumbre y volatilidad de los mercados".
El directivo -que no cree que esta situación tenga impactos adicionales más allá de la debilidad de la libra- se mostró convencido de que el "brexit" no afectará a la demanda aérea y confió en que todo se asentará con el tiempo y con la negociación entre el Gobierno británico y la UE.
Otro problema al que se enfrenta el sector del transporte aéreo es la caída de la demanda que se ha producido tras los ataques terroristas de París y Bruselas, sobre todo en la de EEUU hacia Europa, debido a la recomendación de las autoridades estadounidenses de no viajar al Viejo Continente, consejos que se han extendido también a los meses de verano.
No obstante, Gallego espera que la próxima visita a España del presidente estadounidense, Barack Obama, del 9 al 11 de julio, pueda revertir la situación.
Gallego mostró, asimismo, su preocupación por las huelgas de los controladores en Francia, ya que los retrasos e indemnizaciones que generan están repercutiendo negativamente en la operación, en los clientes y sobre todo en los costes.
El directivo detalló que hay un reglamento europeo que hace responsables a las compañías por todas esas incidencias "cuando somos meros sufridores de las mismas".
"Al final, tenemos un impacto en nuestras cuentas de resultados, por lo que se debe tomar una solución de una vez por todas, para tratar que tengamos un espacio aéreo regulado y no estar a merced de decisiones unilaterales de colapsar el espacio aéreo", defendió.
Por otro lado, Iberia, cuyos fondos siguen retenidos en Venezuela, no descarta suprimir su ruta Madrid-Caracas si ve que "deja de tener sentido" operarla por la debilidad de la demanda, aunque no se plantea seguir a corto plazo los pasos de otras compañías que, como Lufthansa o Latam, ya lo han hecho.
En Brasil, otro mercado afectado por la debilidad de su economía, Iberia ha reducido su capacidad, concretamente en Sao Paulo, mientras que en Río de Janeiro lo hará después de la celebración en agosto de los Juego Olímpicos.
En cuanto a su crecimiento en Asia, Iberia no prevé a corto plazo más rutas a Asia aparte de Shanghái y Tokio, aunque "siempre tenemos proyectos en cartera" y "estamos continuamente explorando el mercado en busca de nuevas oportunidades", indicó.
Pese a opinar que siempre es mejor ofrecer frecuencias diarias, Gallego dijo que Iberia tampoco prevé ampliar por el momento los tres vuelos semanales con los que opera a Shanghái, aunque se lo planteará en el futuro, "si todo va bien".
A Iberia no le asusta la competencia que suponen las cuatro frecuencias semanales que China Eastern opera en la misma ruta que Iberia o los vuelos con escala que ofrecen las compañías del Golfo Pérsico, ya que Gallego considera que hay suficiente demanda para absorber toda esta oferta.
Entre Tokio y Shanghái, Iberia ofrece 180.000 asientos anuales, la mitad en cada país, y mientras que en la primera ruta, un 70 % de la demanda tiene su origen en Japón, en la segunda, sólo entre un 30 % y un 35 % proviene de China.
Iberia adelantó el inicio de los vuelos a China gracias a un nuevo proceso de reparto de "slots" (permisos de aterrizajes y despegues) puesto en marcha por las autoridades aeroportuarias de Shanghái para la temporada de verano.
Aunque hay que planificar una ruta con seis meses de antelación, "vimos que era una oportunidad, ya que lo más importante en Asia es entrar y, luego, se puede buscar mejores "slots" y horarios, concluyó.