El gigante de televisión por cable estadounidense quiere usar todo el potencial de los Juegos Olímpicos de Brasil como laboratorio para lanzar su nueva herramienta, que ha definido como "el futuro de la televisión". Con ella, Comcast pretende rivalizar con competidoras como Netflix.
Así lo ha presentado esta misma semana el director ejecutivo de la compañía, Brian Roberts. "Una vez que la NBC -filial de Comcast- se aseguró los derechos de las Olimpiadas, pensamos ¿qué podría hacer el resto de la empresa para innovar?". La respuesta de Comcast ha sido su tecnología llamada X1, con la que NBC planea trasmitir cada evento en vivo, tanto en televisión como a través de Internet. "Una explosión de programación" que equivale a una retransmisión de 24 horas durante 250 días, "mucho más que incluso los mas fanáticos del deporte pueden ver", ha asegurado el CEO.
Con X1, Comcast espera convertirse en una parte integral de la vida de sus 22,4 millones de clientes, haciendo que estos deseen no renunciar nunca a sus suscripciones. Los Juegos Olímpicos se retransmitirán con contenidos "individualizados, personalizados y en todos los dispositivos".
El funcionamiento de esta herramienta durante el evento de Brasil consistirá básicamente en una pantalla controlada por voz, con la que los suscriptores podrán, por ejemplo, buscar un evento, atleta o país concreto, recibir alertas o cambiar de contenido con una orden hablada. "La idea es hacer que sea fácil encontrar lo que desea ver en la televisión o en línea", asegura Roberts.
Pero X1 no se quedará ahí. La compañía de televisión por cable pretende ser competidora directa de otras alternativas como Netflix o los asistentes digitales de Apple o Amazon. Tanto es así, que el propio director ejecutivo de Comcast pasó un tiempo con los creadores de Siri -el asistente virtual de Apple-, para comprender mejor el potencial de los ayudantes digitales.
X1 logra entender más de 180 millones de comandos y ya está en manos de 8 millones de clientes. Comcast instala unas 40.000 X1 al día, con lo que espera que para cuando el 5 de agosto comiencen los JJOO, cerca de la mitad de sus clientes puede disfrutar de esta herramienta. Comcast tiene más de 1.000 empleados que trabajan en X1 en Denver, Washington, Silicon Valley y Filadelfia. Cada tres meses, descansan durante una semana de las tareas regulares para trabajar en proyectos que podrían convertirse en nuevos productos.
Pero esta herramienta no es barata. Cobrará 19 dólares para poder utilizarla, aparte de la cuota mensual, mientras otras compañías como Netflix ofrecen alternativas a un coste menor. Por esto, "existe el riesgo de que Comcast este posicionando X1 como un Mercedes en un momento en el que el mercado está mirando a los coches más económicos", ha dicho Craig Moffett, analista de MoffettNathanson, una firma de investigación en telecomunicaciones. Moffett añade que "por primera vez desde 1994, se puede decir de manera inequívoca que el cable tiene la mejor oferta de video en el mercado (...) y eso es en gran medida a X1".
Sin embargo, Comcast confía en que sus clientes sigan pagando si pueden conseguir más programación y pueden encontrarla de una manera más sencilla. Y parece que esta apuesta está, de momento, dando sus frutos. En el mes de abril, Comcast sumó 53.000 nuevos clientes, su mayor aumento en el primer trimestre de suscriptores de vídeo en nueve años.
"Es una visión de futuro", expresa Brian Roberts. Y es que Comcast quiere conseguir que sus clientes puedan hacerlo todo a través de sus pantallas de televisión.