
Madrid, 16 sep (EFE).- El borrador del informe preliminar realizado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil señala que el sistema de seguridad del avión MD de Spanair accidentado en Barajas el 20 de agosto no alertó de la situación en que se encontraban los flaps en el despegue.
El documento de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes CIAIAC, al que ha tenido acceso EFE, apunta que durante el periodo comprendido entre la puesta en marcha de los motores y el recorrido por la pista para llevar a cabo el despegue no saltó ninguna alarma que indicase que la "configuración era inadecuada".
Los valores de deflexión de los flaps (alerones que se encuentran en la parte posterior de las alas y que son desplegadas para el despegue y aterrizaje de los aviones), transmitidos al computador digital de guiado de vuelo "fueron de 0º durante el rodaje y despegue que acabó en el accidente".
Lo que indica que estos alerones no funcionaban como es necesario para que el avión llevase a cabo la operación de despegue.
Según testigos presenciales, citados por el borrador, la carrera de despegue del avión pareció más larga de lo normal para este tipo de aparato, la carrera tuvo una longitud de 1.950 metros y la pendiente de ascenso inicial fue "muy suave".
Lo que deja más claro el análisis preliminar de la Comisión es que el comportamiento de los motores fue correcto durante "toda la secuencia del accidente" y añade que se desprendieron de la aeronave durante el "transcurso del accidente".
Asimismo, la CIAIAC señala que el examen de las reversas no ha revelado ningún defecto mecánico previo.
El avión se elevó 40 pies del suelo y luego descendió hasta impactar sobre el terreno con la parte del cono de cola y casi "simultáneamente" con la punta del ala derecha y los capots del motor derecho.
A continuación rodó a lo largo de 448 metros perdiendo contacto con el suelo al alcanzar un terraplén, y siguió por un terreno irregular que descendía sobre el arroyo de la Vega donde se inició un incendio que afectó al avión y a cerca de doce hectáreas de terreno.
Debido a los botes que dio el avión, perdió completamente la integridad estructural y sus restos quedaron muy afectados por el fuego y fragmentados sobre el terreno.
En el informe se añade que la comprobación del sistema previo al vuelo podría haber detectado un posible fallo.
Sin embargo, según los procedimientos de la compañía la prueba funcional del sistema de seguridad del despegue (TOWS) no se preveían entre las tareas a realizar antes de iniciar el vuelo desde Madrid a Las Palmas al permanecer los mismos pilotos en el avión que había realizado el vuelo anterior.
"En esto se diferenciaban las instrucciones que había recomendado el fabricante 21 años atrás de las que aplicaba el operador", se agrega en el informe.