El Banco de Japón (BoJ) inyecto este martes 1.5 billón de yenes (10.000 millones de euros) en el mercado japonés y pidió calma a los inversionistas tras la quiebra del banco norteamericano Lehman Brothers, en tanto en la Bolsa de Tokio el índice Nikkei perdía más de 4% en la mañana.
El BoJ indicó que esta introducción de fondos la realizaba a través de operaciones tipo "open market", por las cuales el banco central nipón está comprando a los bancos privados títulos (en particular bonos del Tesoro), como medio para aumentar la liquidez en el mercado.
Esta medida está claramente orientada a calmar los mercados financieros, al día siguiente de una jornada negra para las Bolsas mundiales, durante la cual los inversionistas japoneses no pudieron intervenir por ser feriado.
Por la mañana, poco antes de iniciarse la jornada bursátil, el gobernador del BoJ, Masaaki Shirakawa, hizo pública una declaración en la que prometía velar por "la estabilidad de los mercados".
"La intención del Banco de Japón es garantizar un intercambio de fondos sereno y la estabilidad de los mercados financieros, manteniendo las operaciones de mercado adecuadas y otras medidas, siempre vigilando atentamente la reciente situación en torno al sector financiero en Estados Unidos y su impacto", indicó Shirakawa en una declaración escrita.
El BoJ, que inicia el martes una reunión sobre política monetaria de dos días, tras la cual debe, según la mayor parte de economistas, dejar su tasa directriz sin cambios, a 0,50%.
En la Bolsa de Tokio, a las 10H01 (01H01 GMT) de este martes, el índice Nikkei 225 de los principales valores perdía un 4,76% a 11.633,10 puntos, su más bajo nivel en lo que va del año.
Los valores de los grandes bancos japoneses eran las más castigadas por los inversionistas. Las acciones de Mizuho Financial Group, Mitsubishi UFJ Financial Group, Sumitomo Mitsui Financial Group y Resona Holdings caían en más de un 10%, tras haber sido ofrecidas largo tiempo sin hallar comprador. El título de Aozora Bank perdía más de 20%.
El lunes, la decisión de Lehman Brothers de ponerse bajo la protección de la ley estadounidense de quiebras, tras un fin de semana de infructuosas negociaciones con sus principales acreedores, hundió a los mercados mundiales en una jornada negra, en la que las plazas asiáticas y europeas perdieron entre 3% y 5%, en tanto que Wall Street terminaba cayendo en un 4,42%.
Las autoridades financieras japoneses ordenaron el lunes a la sucursal local de Lehman Brothers de suspender sus actividades hasta el 26 de septiembre, con la excepción del pago de activos a sus clientes.
El banco de inversiones estadounidense se acogió el lunes al capítulo 11 de la ley de quiebras, que le permitiría intentar su reorganización, informó un portavoz del tribunal de quiebras de Nueva York.
Lehman Brothers había anunciado en un comunicado, en la madrugada, que se declararía en bancarrota "para proteger sus activos y maximizar su valor", después de que el británico Barclays se retirara de las negociaciones para adquirir a la firma de inversiones.
El banco de inversiones perdió unos unos 3.900 millones de dólares en el tercer trimestre del actual ejercicio.