Según los últimos datos disponibles, controlan un 21% de su capital
La tregua ha sido efímera. La que fue una de las grandes beneficiadas tras el escándalo de Volkswagen, Tesla, por centrar su negocio en fabricar coches eléctricos, se ha convertido en el blanco de los inversores bajistas en los últimos quince días. Según los últimos datos disponibles, que corresponden al cierre de noviembre, los inversores que se posicionan a la baja en la estadounidense se encuentran en máximos de 2014, al controlar 27 millones de acciones, un 21 por ciento de su capital.
A pesar de que ahora los títulos de Tesla apenas suben un 1 por ciento en lo que va de año, sus acciones llegaron a escalar más de un 25 por ciento en bolsa hasta el mes de julio. En sólo siete meses, de enero a julio, su precio logró pasar de los 222 dólares a los 282 dólares, el más alto del ejercicio. Por entonces, los bajistas solo poseían 23 millones de acciones.
Su suerte cambió solo un mes más tarde y lo que antes eran compras se tornaron en ventas hasta que se destapó el engaño de los motores diésel con Volkswagen. Entonces, mientras todo el sector caía, Tesla era la única compañía capaz de elevar su capitalización durante las sesiones posteriores. Hasta ahora.
Un potencial del 22%
Con buena parte de las ganancias cosechadas durante este año en el parqué ya borradas, el consenso de mercado recogido por FactSet otorga a Tesla un potencial alcista en los próximos doce meses que supera el 20 por ciento, hasta los 277 dólares. Aunque su recomendación ahora es de mantener, frente a la compra que era a principios de año.
El deterioro se ha producido a pesar de que se espera que en 2016 Tesla vuelva a la senda de los beneficios. Después de perder 294 millones de dólares en 2014, se prevé que reducirá las pérdidas un 44 por ciento este año para ganar 269 millones de euros el que viene. Una cantidad que se incrementará hasta los 647 millones en 2017.