
Barcelona, 9 dic (EFE).- Un estudio editado por el departamento de Empresa y Empleo de la Generalitat que se ha dado a conocer hoy sostiene que un 50,2 % de la economía catalana tiene vinculación, ya sea directa o indirecta, con la industria.
El estudio, elaborado por la directora de análisis económico de la Cámara de Comercio de Barcelona, Carme Poveda, concluye, a partir de datos de 2011, los últimos disponibles, que "en Cataluña no se ha producido una desindustrialización con la intensidad que se pensaba", sino que continúa siendo la "columna vertebral" de la economía catalana por las interrelaciones que tiene con otros sectores.
Lo que ha sucedido, a juicio de este estudio, es que entre 2005 y 2011 el aumento del peso económico del sector de los servicios a la producción "ha compensado con creces la caída del sector industrial tradicional".
Es decir, que si bien es cierto que la industria tradicional ha perdido peso, si se suman servicios antes integrados en una compañía que ahora se suelen externalizar, como pueda ser la limpieza, la seguridad, la publicidad, el transporte, la logística u otros de tipo financiero o contable, un total de 5 de cada 10 euros que genera la economía catalana se producen gracias a la actividad industrial.
La suma de estos factores y de otros como el comercio y el transporte con destino a la demanda final es lo que configura "la nueva industria", término que da nombre al estudio.
Asimismo, el informe pone de manifiesto que este proceso de externalización de la actividad industrial hacia los servicios se ha intensificado en los últimos años porque la industria ha tendido a concentrarse en su actividad principal para ganar eficiencia.
Un aspecto positivo de todos estos cambios, sin embargo, es que el mercado catalán ha ganado peso como proveedor industrial de empresas industriales ubicadas en Cataluña, al acaparar el 51 % de las compras, frente a un 17 o 18 % del resto de España y un 32 % del extranjero.
En este punto, la autora del informe ha precisado que las empresas proveedoras de la industria, ya sean extranjeras o españolas, han tendido a situarse más cerca de sus clientes.
Más allá de estos datos relacionados con la "nueva industria", el informe también admite que el peso de la industria catalana tradicional sobre el PIB ha pasado de un 27,1 % en el año 2000 a significar en 2014 apenas un 20,9 %.
Y todo ello pese a que en los dos últimos años la industria catalana ha recuperado seis décimas, dado que tocó mínimos en 2012 (20,3 % de peso sobre el PIB).