El Presidente de Bosch alerta contra los límites muy severos de emisiones al diesel

Fráncfort (Alemania), 14 oct (EFE).- El presidente del fabricante de componentes automovilísticos Robert Bosch, Volkmar Denner, advirtió hoy de que puede ser perjudicial que se establezcan al diesel límites de emisiones de gases demasiado severos.

"Si se reducen de forma poco realista los límites de emisiones de gases de forma que no se puedan lograr con los motores de combustión clásicos, no se hace nada bueno ni para el consumidor ni para la industria", dijo Denner en la inauguración de un nuevo centro de investigación de Bosch en Renningen (Stuttgart, suroeste de Alemania).

Afirmó que el motor de combustión es irrenunciable por mucho tiempo como tecnología de transición.

"Hay que encontrar el equilibrio entre el fomento de innovaciones y la factibilidad económica", indicó.

En el acto de inauguración, el presidente del Estado federado de Baden-Wurtemberg, el verde Winfried Kretschmann, defendió la tecnología diesel, pese a las dudas generadas por el escándalo de manipulación de las emisiones de gases contaminantes de Volkswagen.

"El peligro es que se desacredite el motor diesel", resaltó Kretschmann.

A su juicio, "esto debe evitarse realmente, lo necesitamos en la transición hasta llegar a la movilidad eléctrica para lograr los objetivos de CO2".

La canciller alemana, Angela Merkel, quien también asistió a la inauguración del centro, en el que se han invertido 310 millones de euros, no hizo comentarios sobre el escándalo de Volkswagen.

Once millones de vehículos del grupo Volkswagen están equipados con un motor diesel EA 189 en el que instaló un software de la compañía Robert Bosch que altera los datos de emisiones al detectar cuando un vehículo está siendo sometido a una prueba al respecto y modifica el régimen de funcionamiento del motor para generar menos gases contaminantes.

Robert Bosch ha descargado en Volkswagen la responsabilidad en la manipulación de los datos de emisiones en vehículos diesel.

En 2007, Bosch advirtió al grupo Volkswagen de que el software era únicamente válido para pruebas y que su utilización en carretera era ilegal.